CLEVELAND BROWNS
Johnny Manziel tiene el enemigo en casa: Mike Pettine
El entrenador de los Cleveland Browns se implica en el ataque para tener control sobre su destino, y eso son malas noticias para su QB.
Cuando un proyecto fracasa en la NFL suele producirse la rotura conocida como la triada. No hablo de ligamentos, no, hablo de aquellos que salen con viento fresco de una franquicia que no cumple expectativas, que son: quaterback, entrenador y general manager. En cascada.
Hay excepciones, claro. Hay general managers que no tienen atado su futuro a los entrenadores porque tienen la confianza del dueño más allá de coyunturas. Hay entrenadores que no han drafteado a tal QB y tampoco van atados con una cuerda a él. Hay situaciones en el puesto de pasador, como el hecho de que no haya un titular claro, o no haya una primera ronda alta en la plantilla en el puesto, que permiten pones asteriscos a la regla.
Pero si el general manager ha llegado y ha puesto a un entrenador que ha querido y ese mismo año, con una primera ronda del draft, ha llegado un joven QB estrella no hay escape posible a la triada: todos a una, como Fuenteovejuna, en la salud y en la enfermedad.
Hablemos de los Cleveland Browns. El año pasado, en el invierno del 2014, la franquicia vivió una nueva catarsis y cambió todas sus caras importantes. Es algo habitual en este club, lo que habla bien a las claras de su situación y de sus triunfos recientes. Ray Farmer fue fichado como general manager. Llegó Mike Pettine como entrenador jefe. Y, todos los sabéis, escogieron a Johnny Manziel en la primera ronda del draft. En ese momento el futuro de los tres hombres quedó unido.
El problema es que Manziel decidió tomarse su primer año en la liga como un Erasmus largo, como si le hubiese tocado una beca a la liga profesional desde su querida universidad de Texas A&M y todo siguiesen siendo fiestas, chicas, alcohol y diversión sin responsabilidades. El fracaso de Johnny Football en la 2014 es de los que hacen historia.
Pettine debió ver todo aquello con amargura. Toda la vida esperando que te llegue la oportunidad de entrenar en la NFL y llega el primer espabilao a hacer lo que le da la gana y a jugar con tu sueño. Es por eso que todo lo que llega desde el campamento de los Browns en estos primeros días de entrenamientos voluntarios grita, a los cuatro vientos, que el entrenador jefe ha cogido las riendas del equipo de forma férrea y no piensa ceder ni una coma ante Manziel. Porque el objetivo de Pettine es sobrevivir a una eventual "catástrofe Manziel", ser lo más ajeno posible al QB y a tener un futuro diferente del mismo.
Lo primero que ha hecho es meterse a fondo con la estrategia ofensiva. Durante diez años ha sido coordinador defensivo en la NFL, así que es lógico que delegase el ataque en su anterior coordinador, Kyle Shanahan. Con la marcha de este, y el grave estado del asunto Manziel, ha optado por centrar sus esfuerzos en este apartado. Se le ve por los entrenamientos con un playbook atacante, con jugadas diseñadas y dando órdenes directas a los jugadores.
Pero, además, Pettine fue el impulsor principal del fichaje de Josh McCwon, de 35 años, QB jornalero que nunca ha brillado en la NFL, salvo con Marc Trestman en Chicago, pero al que se puede considerar como un jugador sobrio, de esos que no te pierde partidos.
Sumad eso a las declaraciones recientes del entrenador: "No queremos poner a nuestro QB en situaciones donde lo probable sea fallar. No queremos que esté en tercera y largo, o segunda y largo, donde sea golpeado muchas veces" y se puede atisbar que estilo de juego quiere que se imponga en Cleveland esta temporada. Una mente defensiva aplicada en el ataque, una necesidad de no tener situaciones comprometidas, seguridad en el puesto. Todo conduce a McCown.
Dijo Yahoo Sports que Mike Pettine no quería saber nada de Manziel tras haber ingresado este en una clínica de desintoxicación durante diez semanas. Que los defensores de Johnny Football en los Browns estaban en Farmer, en el dueño de la franquicia Jimmy Haslam y en el coordinador ofensivo John DeFilippo. Pero ninguno de ellos tiene su futuro profesional tan entrelazado al de Manziel como Pettine. Es por eso que se está esforzando por cortar las amarras y liberarse de su sombra. El entrenador jefe de los Browns sabe que tiene que desligarse de una figura tan tóxica, que podría llevarle al pozo del despido si se repiten las circunstancias del año pasado, y por eso pone todo su empeño en cambiar el ataque y en cambiar el QB titular.
Luego la realidad marcará sus ritmos, sus pautas y sus necesidades. Nadie puede anticipar el futuro y puede que Manziel acabe triunfando en los Browns con Pettine de entrenador. Pero lo que es cierto ahora mismo es que el mayor enemigo para que eso suceda es el propio Mike Pettine, que prefiere apostar por sí mismo a seguir cruzando los dedos cada noche para que Johnny Manziel se comporte como un profesional.