El ‘deflategate’ ya tiene sentencia, y probablemente sea mucho más dura de lo que todo el mundo sospechaba. En las casas de apuestas de Las Vegas se apostaba por una sanción de cuatro partidos para Tom Brady como el castigo más probable, y en eso no se equivocaron, lo que nadie esperaba es que además los Patriots fueran castigados sin su primera ronda del draft de 2016, una cuarta en 2017 y un millón de dólares de multa.
Ese castigo a los Patriots como franquicia sorprende después de que el informe Wells no implicara al club en el asunto del desinflado de los balones que usó el equipo en el partido contra los Colts de los últimos playoffs. Sin embargo, la NFL justifica esa multa de un millón de dólares y la pérdida de rondas del draft por “la violación de la reglas del juego y falta de cooperación en la investigación posterior”.
John Jastremski y James McNally, los dos utilleros acusados de manipular los balones, han sido suspendidos indefinidamente de empleo y sueldo y ninguno de los dos puede recuperar su trabajo sin la aprobación previa de la NFL. Además, tras su reingreso no podrán tocar los balones de juego al menos durante la temporada 2015. El segundo, que además era asistente del vestuario de los árbitros, tampoco podrá ejercer dicha función.
Tom Brady , que inicialmente parecía que podría ser el objeto exclusivo del castigo, ha sido suspendido durante los cuatro primeros partidos de la temporada, y perderá el sueldo correspondiente, que ascenderá a unos 2 millones de dólares , pero podrá entrenarse con normalidad con el equipo tanto durante la pretemporada, incluidos los partidos de preparación, como durante la suspensión. Curiosamente, si la sanción no fuera modificada tras el recurso de New England, Tom Brady volvería a la competición contra los Colts.
Roger Goodell, comisionado de la NFL, manifestó que “se llegó a esa sanción después de largas discusiones con Troy Vincent”, Presidente ejecutivo de la institución: “Nos basamos en la importancia de salvaguardar la integridad del juego y la minuciosidad e independencia del informe Wells”.
Según la carta enviada por la NFL a los Patriots, la NFL “considera las violaciones de las normas de juego como graves y merecedoras de una fuerte sanción, tanto para castigar el hecho concreto como para disuadir de esa conducta en el futuro (…) los balones se deinflan intencionadamente en un intento por proporcionar una ventaja competitiva a Tom Brady”. “Es imposible determinar si esa actividad tuvo un efecto sobre el resultado de los partidos en que se realizó en el pasado. Pero no cabe duda de que el resultado de la final de la Conferencia Americana no se vio afectado . Ese nunca ha sido un factor importante para valorar qué castigo imponer”.
Además, la NFL afirma en la carta enviada a los Patriots que la sanción impuesta en 2007 por grabar entrenamientos y señales de los rivales, ha sido tenida en cuenta a la hora de imponer el castigo al considerarlo un antecedente en la violación de reglas del juego.
En lo que se refiere a la falta de colaboración de los Patriots, motivo fundamental de la sanción económica y en pérdida de rondas del draft, la NFL critica que el club impidiera que James McNally tuviera una entrevista adicional con el Sr Wells y que Tom Brady se negara a aportar evidencias electrónicas que pudieran tener que ver con el caso. Aunque también insiste en que ni Bill Belichick ni ningún miembro del cuerpo técnico o ejecutivo de los Patriots ha tenido que ver con el asunto más allá de los dos utilleros y el jugador.