Si del pueblo dependiera, Manny Pacquiao sería el ganador del combate del siglo este sábado (05:00 en la península, Canal +PPV ). El filipino arrasó entre los 11.500 fans que se congregaron en el MGM Grand de Las Vegas para ver a dos hombres subirse a una báscula, más que en muchas veladas estelares. Las entradas, benéficas, se vendieron a 10 dólares y se revendían por 200. Floyd Mayweather recibió abucheos y fue torciendo el gesto a medida que el público tomó partido. Marcó 146 libras (66,224 kg) por las 145 de su rival (65,224) . El límite del peso welter, en el que se juegan tres fajas mundiales (CMB, OMB y AMB) está en 147 (66,678 kg).
“¡Manny, Manny!” atronó la grada, que coreó también “47-1” en referencia a que el invicto Floyd podría sufrir su primera derrota. Si se trataba de elegir entre el bien el mal, una dicotomía que intentó evitar ‘Money’ estos días, el público optó por la modestia frente al derroche. En el vídeo de presentación de ‘The Best Ever’ (El Mejor de Siempre, como se autodenomina Mayweather) estaban sus Bugattis, su ropa cara, su ‘Money Team’. Se le nombró como “el deportista más rico del mundo”. En el de PacMan, trabajo en el Wild Card Gym de Los Ángeles.
Mayweather es el actual amo y señor del MGM , donde ha protagonizado sus 10 últimos combates. Pero no tuvo un gran recibimiento en casa. El ambiente se fue calentando con las actuaciones de Flor Rida y el tremendo rapero Doug E. Fresh , que introdujo a los púgiles. PacMan saludaba a su familia en la grada –se dice que ha pagado cuatro millones de dólares en entradas para invitar a 900 personas-, sonreía, se pesaba, sacaba una tableta de chocolate de un patrocinador y se la comía. Señalaba el reverso de su camiseta: “Toda la gloria y honor para Dios”. Mayweather, muy tenso.
“La clave será boxear inteligente”, volvió a repetir Mayweather. “No tengo problemas con la altura, he boxeado contra rivales más grandes”, advertió Pacquiao (oficialmente tres centímetros más bajito), que debía mirar al de Grand Rapids desde abajo. Las apuestas comenzaron 3-1 para Floyd, y han ido bajando a 2-1. “Mi cabeza va con Mayweather y mi corazón con Pacquiao”, resumió hace unos días Óscar de la Hoya. Ese pareció también el resumen del pesaje. El pueblo quiere que caiga el invicto. Que ganen el corazón y la sonrisa de Manny.