San Diego busca salir de la tierra media con este draft
Desde el año 2009, el orden de elección de los San Diego Chargers en el draft ha sido el siguiente: 16, 12, 18, 18, 11 y 25. Esto refleja perfectamente la situación actual de los Chargers, un equipo que está en tierra de nadie. Ni son lo bastante malos como para acumular elecciones en lo más alto del draft ni son lo bastante buenos como para suponer una amenaza en la liga. Es una situación incómoda y casi perenne en el caso de los Chargers, a los que podríamos definir como un equipo "de mitad de tabla".
Tal vez este sea el motivo de la rumorología que indica que los Chargers son uno de los equipos que busca escalar posiciones en el draft para hacerse con Marcus Mariota. Dicho movimiento incluiría a Phillip Rivers, un Quarterback que acaba contrato y que, pese a que en 2011 también hubo rumores de una posible salida, siempre ha acabado siendo uno de los mejores Quarterbacks de la liga. Es una decisión realmente complicada de tomar, pues cambiaría por completo el rumbo de la franquicia, para bien o para mal. Es lógico pensar que un equipo cuyo destino en la ciudad está en el aire y cuyo rendimiento deportivo tiene un techo todos los años, pueda empezar a vislumbrar la opción de comenzar una nueva era.
A día de hoy, los Chargers poseen la elección número 17, así que hay que plantear su estrategia con esta elección. Hay dos necesidades obvias en este equipo: RB y DL. El cuerpo de corredores consta de Branden Oliver y Danny Woodhead como sus dos máximos valedores. El primero fué un rookie que ni siquiera fué drafteado la pasada temporada y el segundo viene de una gravísima lesión y acaba contrato esta temporada. Por su parte, la línea defensiva es el gran agujero de la defensa, con dos jugadores como Kendall Reyes y Sean Lissemore, que no son jugadores para ser titulares a este nivel.
Una elección aparentemente obvia y sencilla sería la de Todd Gurley, aunque parece difícil que pueda llegar al puesto número 17. A partir de ahí, podrían draftear a Melvin Gordon si quieren elegir un RB o esperar a las rondas intermedias, donde habrá corredores de similar nivel. La otra alternativa idónea creo que sería draftear a Malcom Brown, DT de Texas, o incluso buscar la sorpresa y subir posiciones para ir a por Danny Shelton si éste cae más de lo debido. Tom Telesco ha demostrado que no tiene miedo a subir en el draft, como demostró en los dos anteriores drafts con Manti Te'o y Jeremiah Attaochu.
Otra alternativa, siempre en la hipótesis de que la necesidad sea influyente en sus decisiones, podría ser un Guard derecho. Si bien los Chargers han hecho una importante inversión con Orlando Franklin, siguen teniendo a Johnnie Troutman como RG, uno de los peores de la liga y que necesita ser sustituido. En caso de que los Chargers decidan elegir al mejor jugador disponible, podrían "sorprendernos" con Randy Gregory o Shane Ray, de los que se espera que puedan caer el día del draft.
El draft de San Diego no parece especialmente complicado si vemos sus necesidades, que están bastante definidas. Se trata de un equipo realmente sólido pero al que le faltan piezas de élite para poder llegar a diciembre/enero con más gasolina. La rumorología nos indica que los Chargers no tienen miedo y pueden ser un equipo con descaro la noche del draft, así que habrá que ver si un equipo que normalmente pasa desapercibido en la liga, se transforma en el rey del baile la madrugada del jueves.