Prioridades de los equipos de la AFC Norte para el draft 2015
Cuando nos referimos al draft, no me gusta hablar de “necesidades” de los equipos, prefiero utilizar el término “prioridades”. La palabra “necesidad” considero que conlleva un grado de ansiedad, que es de todo punto indeseable en una transacción comercial de tanta importancia para una franquicia. Preparar la estrategia para el draft es como hacer la lista de la compra. Si por falta de previsión en el pasado tienes la “necesidad” de adquirir determinado artículo, puede que te cueste más de lo que esperabas, o que ya se haya vendido todo y tengas que conformarte con uno de “marca blanca” que te gusta menos. Por otra parte, también es posible que encuentres en el supermercado una oferta irrenunciable, y termine en el carro un producto con el que no contabas. Pero lo que aconsejan los más acertados economistas (es decir, las amas de casa), es que te ciñas a esta lista de prioridades para hacer una compra inteligente.
Pero, ¿puede haber algo más aburrido que seguir mecánicamente una lista prefijada? El deporte básicamente es magia, y la NFL una de sus principales fábricas de sueños. Pongámonos imaginativos al tratar de adivinar los deseos de cada club para el draft.
Los Pittsburgh Steelers se dirigirían a la sección de electrodomésticos por si fuese posible comprar una máquina del tiempo con la que conseguir recuperar a los míticos Polamalu, Taylor, Harrison, etc., en toda su plenitud. Este equipo ha visto en los últimos tiempos cómo envejecía su antaño temible defensa y cómo los relevos adquiridos no estaban a la altura de los veteranos. Por tanto, su prioridad es rejuvenecer casi cada una de las posiciones defensivas, especialmente cornerbacks y linebackers exteriores. En cubrir estas dos áreas deberían emplear sus primeros picks, aunque analizando lo que ofrece el draft, y la posición en que escogen, no necesariamente vaya a ser en este orden. En ataque están bien servidos en cuanto a calidad y juventud, pero si se decidieran por alguien de este apartado, encabezaría mi lista un offensive right tackle.
Los Baltimore Ravens irían a la sección de mascotas, concretamente a la pajarería, para llevarse un Ave Fénix que les explicara, desde su complicidad alada, cómo renacer una y otra vez de sus propias cenizas. Continuamente, esta franquicia debe hacer frente a la pérdida de sus estandartes. En esta pretemporada, han perdido al WR Torrey Smith, al TE Owen Daniels y al OLB Pernell McPhee, y las estrecheces económicas le han obligado a traspasar al DT Haloti Ngata. Aunque su principal prioridad sería un wide receiver (su número 1 actual, Steve Smith, cumplirá 36 en breve), para un equipo con tan clara vocación defensiva, quizá dejen esto 2ª ronda y con su primera elección decidan buscar un defensive-tackle con quien resolver el pass-rush interior perdido. Aunque llegan con muchos huecos que cubrir aparte de los mencionados (TE, OLB, CB, RB, center…) tienen a su favor una gran cantidad de elecciones (dispondrán de 10 picks en total) con las que intentar resurgir de nuevo.
A los Cincinnati Bengals les encantaría que este supermercado del draft estuviese en un universo paralelo donde fuese posible draftear otro entrenador y estuviese repleto de QBs mejores que Dalton. Como desgraciadamente esto no existe, deberán fijarse en otras prioridades, como dar continuidad a la posición de offensive tackle, en la que sus titulares están en su último año de contrato. No me extrañaría que fuese ésta su primera opción, aunque si pretenden un jugador que tenga impacto este mismo año, deberían draftear un defensive tackle para mejorar el alicaído pass-rush interior de la línea defensiva. Otra alternativa para rondas altas podría ser la de un wide-receiver (los 3 primeros del depth-chart están también en su último año de contrato), sobre todo si puede sumar además funciones de retornador en equipos especiales.
Por su parte, los Cleveland Browns deberían romper la lista en mil pedazos, olvidarse del supermercado, e irse a pasar la tarde a un spa. Quizá lo que más les convenga sea relajarse y despejar su mente para aclarar hacia dónde quieren ir. No se puede sostener un proyecto en el que se cambia continuamente de entrenadores, quarterbacks, sistema defensivo… Su impulso sería escoger un quarterback o un wide-receiver, sobre todo con las diabluras que se pueden hacer con dos picks en 1ª ronda. Pero un análisis más sereno lo desaconsejaría. Tratar de obtener uno de los 2 únicos QBs que merecen la pena saldría muy caro, y WRs los hay a patadas este draft y pueden llegar más adelante. Lo mejor es apechugar con Manziel, y si este año no evoluciona, aguantar con McCown hasta que se presente una oportunidad mejor. Mucho más inteligente sería tratar de arreglar lo que sí se puede, como por ejemplo, la defensa contra la carrera, añadiendo un nose-tackle y linebackers. Y si de verdad quieren incrementar el rendimiento del QB, más acertado que cambiar a éste, sería darle armas y protección, mediante un nuevo tight-end y un right-tackle. Pero con este equipo, cuyas prioridades van más allá de las puramente deportivas, nunca se sabe.