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FÚTBOL SALA | UEFA CUP

El Barça cae en la final europea ante su bestia negra: el Kairat

El equipo kazajo impuso su estilo de juego y conquistó su segunda UEFA Cup (Copa de Europa). Los azulgrana, siempre fueron a remolque en la final (3-2).

Actualizado a
Saad, Ari y Ferrao, tras perder ante el Kairat.
MARIO CRUZEFE

El Barça tiene una bestia negra en Europa, el Kairat kazajo. Entrenados por el brasileño Cacau y con buena parte de la plantilla formada por jugadores de ese país, es el único equipo que les ha conseguido derrotar en el máximo torneo continental. Lo han logrado en dos ocasiones. Si la primera fue para apear a los culés en las semifinales de 2013, la segunda ha sido este domingo en la final de la UEFA Cup de Lisboa (3-2), para arrebatarle uno de los objetivos de la temporada: la Copa de Europa. Los kazajos suman así su segundo entorchado europeo e igualan en títulos a su rival de ayer.

No fue el día del Barça, ni mucho menos, que mostró en el Meo Arena lisboeta las mismas dudas que le han asaltado en otros momentos claves del año. Preocupado por el famoso juego de cinco del Kairat liderado por su meta Higuita (que hace honor a su sobrenombre), el Barça arrancó presionando arriba, intentando tapar las opciones de que el portero subiera con comodidad. No obstante, el equipo kazajo encontró ranuras en la defensa que poco a poco se fueron convirtiendo en autopistas. A los diez minutos del choque, ambas escuadras habían disparado dos veces a los palos.

En ese tiempo su rival ya se había adueñado totalmente del partido. A punto estuvo de adelantarse con un gol fantasma que sacó en la línea Gabriel (en la repetición se vio que ya la había traspasado). Aun así, Humberto aprovechó un despiste para anotar el 1-0 para el Kairat. Y es que la defensa azulgrana no estaba bien, descuidando continuamente el a menudo mortal segundo palo. Divanei, con un golazo de chilena, ahondaba en la herida: 2-0.

El descanso debía cambiar la dinámica del Barça, que veía la final como una tremenda cuesta arriba. Y de lo que no se puede acusar al equipo de Carmona es de que no lo intentara. Higuita evitó el gol de Gabriel, luego el de Ferrao, y ya no pudo con el lanzamiento de Saad en lo que fue su único error de bulto en el encuentro. Quedaban diez minutos y vida para el Barça, pero la realidad es que, a pesar del tanto, los azulgranas no encontraban el camino. Senda que se oscureció cuando Sergio Lozano (lesionado, forzó para jugar) llegó tarde a un cruce y fue expulsado. Un viejo conocido, Igor, castigó la inferioridad con el 3-1.

Esta vez el Barça reaccionó rápido y Lin, a los pocos segundos, anotó el 3-2. La última oportunidad de levantar esta UEFA Cup pasaba por el portero-jugador, estrategia para la que no pudieron contar con Wilde, lesionado. No funcionó. Primero Usín y luego Batería, a falta de escasos segundos, tuvieron la oportunidad de ser los héroes azulgranas, pero no acertaron ante Higuita, el portero de su bestia negra kazaja.