Charlie "Chuck" Powell: el “Sackmaster” del cuadrilátero
En la actualidad es casi impensable que un jugador de la NFL pueda compatibilizar dos deportes profesionales. El QB franquicia de los Seattle Seahawks, Russell Wilson, hace la pretemporada con los Texas Rangers de la MLB, pero no ha debutado en las grandes ligas. Los últimos jugadores que compaginaron el baseball con el football fueron Deion Sanders y Bo Jackson, aunque si hay casos de jugadores que dejan una disciplina para dedicarse a otra, el último caso conocido fue el QB Drew Henson.
Los profesionales de la NFL ganan el suficiente dinero para dedicarse íntegramente a un solo deporte, pero en el pasado era muy habitual que los jugadores compaginasen varias profesiones, no necesariamente deportivas, para ganarse un sueldo con el que vivir el resto del año.
Uno de los casos más desconocidos de jugador que compaginó dos deportes profesionales es sin duda el de Charles Elvin “Chuck” Powell, un atleta excepcional que compaginó en su infancia y juventud el football, baseball, baloncesto, atletismo y boxeo.
En su último año en el High School recibió varias ofertas de diferentes universidades: Notre Dame y UCLA entre otras, además de la posibilidad de incorporarse a los Harlem Globetrotters. Tras graduarse, siendo declarado el atleta del año del condado de San Diego, Charlie Powell decide aceptar una oferta para jugar al baseball en la MLB con los desaparecidos St. Loius Browns, los actuales Baltimore Orioles, que lo mandaron a jugar en sus equipos afiliados de las ligas menores.
Tras jugar el verano de 1952 al baseball, y con solamente 19 años, decide aceptar una oferta de los San Francisco 49ers para incorporarse a su disciplina. En aquel momento fue el jugador más joven en debutar en la NFL !Y menudo debut! Su entonces Head Coach, Buck Shaw, le pidió tan solo una cosa, que persiguiera a Bobby Lane, el histórico QB de los Detroit Lions, vigentes campeones de la liga. Aquel día Charlie Powell terminó su partido de debut con 10 sacks para pérdida de 67 yardas, sin embargo la NFL no reconoce este record, los sacks no se hicieron oficiales hasta 1982.
Cuando acababa la temporada de football, Charlie se dedicaba a lo que consideraba su verdadera pasión, el boxeo, donde usaba su otro alias, “Chuck”. Según sus entrenadores hubiese sido un magnífico púgil de no sufrir “mal de manos”, se rompía las muñecas con facilidad.
Charlie “Chuck” Powell nunca renunció a su sueño de pelear, termino su carrera pugilística con un récord de 25-11-3, de las cuales 17 victorias fueron por KO, lo que dice mucho de su calidad como boxeador. El cuatro de abril de 1959 logró su mayor victoria en el cuadrilátero, derrotar en 8 asaltos por KO al entonces número 2 mundial, el cubano Nino Valdés, al que mandó hasta tres veces a la lona. Tras aquella victoria llegó a ocupar el noveno puesto en el ranking mundial en su categoría, la de peso pesado. A pesar de ello en 1960 Charlie Powell tuvo que regresar a la NFL, en esta ocasión para jugar para los Oakland Raiders, de la recién nacida AFL.
En 1963, con 30 años y ya retirado del football, le llegó su gran oportunidad, pelear contra el entonces imbatido Cassius Clay en su carrera hacia al cetro mundial. Cuando éste se enteró quien sería su siguiente rival, como era habitual en él, dijo que lo derrotaría en tan solo 5 asaltos, además de los improperios habituales sobre lo guapo que era, como los mujeres lo adoraban, etc. Charlie Powell en la ceremonia de pesaje le contestó, “En el football juegas contra 11 y por duro que pudiera ser enfrentarse a Cassius Clay, no podía ser peor que enfrentarse a los Green Bay Packers.” Cassius Clay le espetó “¿Así qué eres jugadodor de football? Pues hoy voy a anotar el primer touchdown y te voy a tumbar en tres asaltos”
Y así fue, en el tercer asalto Cassius Clay le atinó un gancho de su legendaria zurda que tumbo al gigante Charlie Powell. Este consiguió arrearle un tremendo golpe en el segundo asalto que casi termina con Cassius Clay en la lona, al finalizar la pelea reconoció que por un momento pensaba que aquel ex jugador de la NFL le podía haber ganado.
En diciembre de 1964, en San Juan de Puerto Rico, Charlie “Chuck” Powell peleó contra Floyd Patterson, recién desposeído del título tras ser derrotado por Sonny Liston. En esta ocasión Powell duró seis asaltos, que tras el combate, y a la vista del valor del púgil le ofreció trabajo como sparring personal. Solo un mes después, y en Londres, Charlie “Chuck” Powell combatiría por última vez, donde nuevamente fue derrotado por Billy Walker.