PELOTA
Pablito-Zubieta y Oinatz-Untoria pelean por la txapela del Parejas
"La pelota me debe una, es lo que dice todo el mundo", apunta Berasaluze, que trata de olvidar la lesión en la final de hace dos años. Elección de material en Bilbao.
El frontón Bizkaia de Bilbao ha sido escenario este mediodía de la tradicional elección del material de cara a la final del Parejas, que tendrá lugar el domingo (18:00 horas, ETB-1) en dicho recinto. Pablito-Zubieta (106,2 gramos, 104,7 y 104,2) y Oinatz-Untoria (105,8 gramos, 104 y 104,4) han seleccionado las pelotas con las que se jugará una cita que ha levantado enorme expectación. Los azules, los segundos, se quejaron de que una de las del lote rival colorado era muy botona, "al límite" (en general tienen más salida de frontis y son más vivas), mientras que las suyas son más bajas.
Berasaluze II se plantea una especie de revancha tras lo sucedido en 2013: "La pelota me debe una... eso es lo que se dice todo el mundo. Con todo el cariño que he sentido, eso es más que una txapela. Si gano estaré feliz por mí, porque es más que una txapela". No aciertan a atisbar una clave, aunque gran parte del triunfo estará en cómo temple nos nervios el debutante riojano Untoria: "La pareja que mejor se comporte tendrá mucho ganado". Untoria llegaba como suplente por Aretxabaleta y se hizo con el puesto: "No voy a venir a intentar dominar a Zubieta sino a hacer mi juego. Aitor juega una barbaridad y trataré de defenderme como pueda. Los nervios marcan un poco, hay que comenzar con buenas sensaciones, lo más tranquiolo posible". Está alucionado con lo que representa una final: "Nunca había vivido esto, es lo más bonito que he jugado, no sabía que acaparaba estas dimensiones". Creen ambos que el 22-9 con que ganaron a Pablito y Zubieta en semifinales no sirve de referencia "porque ahora están en el mejor momento del campeonato" y además "aquella victoria no vale ni medio tanto en la final".
Se enfrentan dos delanteros puros, de resolver en los cuadros alegres y no tirar jamás ni una atrás. Oinatz ganó una txapela del Manomanista cuando era muy joven, pero también cree que, al igual que Pablito, ya le toca cobrarse el trofeo tras rozarlo varias veces: "Por justicia todos nos merecemos una txapela, pero el deporte no es algo justo". Tampoco estima que haya un favorito.