Dwayne Bowe volvió a Kansas City a besar a su ángel

Dwayne Bowe dejó los Kansas City Chiefs por los Cleveland Browns en esta agencia libre sin excesiva emotividad. Está lejos de ser un jugador fracasado pero, de la misma forma, su periplo en el equipo de Missouri no ha sido lo estelar que se suponía cuando fue elegido en primera ronda. Es por eso que su marcha no provocó apenas reacción en los fans, en los seguidores, y más en una temporada en la que concluyó, como el resto de receptores del equipo, con 0 touchdowns.

Sin embargo, sí que hubo una persona que lamentó la pérdida de Bowe. Se llamaba Betty Johnson y tenía 86 años. Era conocida como la "abuela de los Chiefs" por la relación tan entrañable que mantenía con los jugadores y el propio Dwayne solía darle un beso antes de cada partido.

Betty falleció ayer y Dwayne Bowe voló desde Cleveland para acudir a su funeral, algo que los familiares de la anciana agradecieron especialmente. "Es lo que ella quería que sucediese. Me hubiese gustado verla en el cielo hoy, porque este es el final que merecía una persona tan especial", dijo su hija, Susan Johnson, de la visita de Bowe y de otras figuras de la historia de los Chiefs como Nick Lowery.

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El receptor habló en el funeral y dejó escrito un mensaje en las flores que compró a Betty: "Tu podías pensar que eras la fan número uno de los Chiefs, pero de tantas maneras diferentes, eramos nosotros tus fans. Gracias por hacer que Arrowhead (el estadio de Kansas City) fuese como una casa para mí. Seguiré jugando con todo mi corazón por ti. Besos, mi ángel especial".

Betty Johnson era socia de los Kansas City Chiefs desde 1986 y, en ese periodo, sólo se perdió tres partidos. Llegó a perder una casa para poder pagar por las entradas. Estaba siempre en primera fila en la yarda 45 y los jugadores charlaban con ella durante el partido, incluso le dejaban sus chaquetas si hacía frío. Condujo un autobús escolar durante 35 años, pero siempre será recordada como la "abuela de los Chiefs".