BOXEO | MAYWEATHER-PACQUIAO
Nervios en Las Vegas: sin firma en el acuerdo y sin entradas
Arum se queja de que MGM y Mayweather le puentean. No han salido a la venta entradas: 1.000 entre 1.000 y 7.500 $ para el público general.
A once días del choque de trenes entre Floyd Mayweather y Manny Pacquiao, las entradas para la velada no han sido puestas a la venta. Y la razón principal es que Bob Arum, el dueño de la promotora Top Rank que maneja la carrera del filipino, no ha firmado el contrato oficial. Los nervios bullen dentro de una olla a presión.
Según el veterano promotor de 83 años, Mayweather Promotions y MGM, el casino donde tendrá lugar la velada el 2 de mayo, “no quieren que tengamos nada que decir”. “Acordamos que todos firmaríamos en el contrato final y luego nos enviaron un borrador y nos excluyeron”, se quejó. La esquina de Pacquiao no podría intervenir, pues, en la producción y los contenidos de vídeo. El reparto de las entradas también está en el aire y por eso no ha comenzado la venta. Para Leonard Ellerbe, director de Mayweather Promotions, “la única conspiración es la de Arum y sus abogados intentando modificar los términos del acuerdo”.
El MGM sólo tiene 17.000 localidades, y según fuentes de las promotoras que cita ESPN, no han sido ni siquiera impresas. Según el acuerdo, un 40% serían para el casino, un 25% para cada empresa de Mayweather y Pacquiao y un 10% restante para compromisos de televisión, organismos de boxeo… Sólo entre 500 y 1.000 saldrían a la venta para el público general, con precios entre los 1.500 (1.400 dólares) y 7.500 dólares (7.000 euros). La reventa puede ser estratosférica. MGM las ofrecería sobre todo a clientes habituales. Las butacas de ring-side (alrededor del cuadrilátero) sólo serían accesibles para clientes del casino con una línea de crédito de al menos 250 dólares (220.000 euros).
Se espera que se bata el récord de recaudación en taquilla del Mayweather-Canelo, 20 millones de dólares (18 de euros) para elevarlo hasta los 70 (65 millones de euros). Pero MGM no puede vender entradas, ni reservarla en las televisiones de circuito cerrado de los varios hoteles que gestiona en Las Vegas. A once días, faltan firmas. Los nervios estallan…