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DRAFT NFL 2015

Los Redskins esperan al draft para decidir sobre Griffin

El futuro del QB de la franquicia de Washington no está nada claro e, incluso, el general manager podría estudiar elegir un nuevo pasador.

Robert Griffin III en un partido con los Washington Redskins
Patrick McDermottGetty Images

Los Washington Redskins no ejercitarán su derecho sobre un quinto año de contrato de Robert Griffin III (RG3) hasta después del draft. Esta frase, que parece inocente, puede esconder en su interior una noticia de tremendo calado en la franquicia y en la NFL en general.

RG3 fue drafteado en el año 2012. Los Redskins tienen derecho sobre el jugador hasta esta misma temporada, es decir, por 4 años. Pero, según se aprobó en el último convenio colectivo, el equipo ha de decidir antes del 3 de mayo si quiere extender ese contrato una quinta anualidad por una cantidad equivalente a si usaran una etiqueta de jugador franquicia agente libre en él, lo que equivale a firmarle por 16.155 millones de dolares.

Esa cantidad es completamente disparatada para el actual estatus del jugador. Y, lo que es peor, estaría asegurada en caso de lesión. Griffin ha sufrido sendas reconstrucciones de rodilla, una en la universidad y otra en la NFL, y el pasado curso sólo pudo disputar 6 encuentros debido a problemas físicos. Su estilo de juego agresivo y centrado en su velocidad, su incapacidad para evitar grandes golpes, al menos hasta ahora, hacen de él un candidato claro a tener un porcentaje de opciones de lesión estimable. Tener más de 16 millones de dolares comprometidos en un jugador que no está en el campo es insostenible para cualquier franquicia.

Esos dos argumentos, nivel real de juego y propensión a lesionarse, son los principales para que los Redskins se estén pensando el ampliar su contrato a la 2016 o no. Pero es aquí donde empiezan a complicarse las cosas.

Scot McCloughan es el nuevo general manager de Washington. Este hombre es uno de los arquitectos principales de las plantillas de los San Francisco 49ers y los Seattle Seahawks que alcanzaron las últimas Super Bowls por parte de la NFC. Tiene fama de ser un genio, sobre todo, como ojeador y como "drafteador" y, de no mediar sus problemas personales con el alcohol, sería una de las grandes figuras en los despachos de la NFL.

Pues hay una gran verdad sobre todo general manager que llega a un nuevo equipo: quiere poner a su entrenador... y quiere draftear o fichar a su QB. El draft se celebra entre el 30 de abril y el 2 de mayo, sí, un día antes del límite para extender el contrato de Griffin.

Que McCloughan haya decidido que no tomará ninguna determinación sobre RG3 hasta pasado el draft nos dice, bien a las claras, que tiene en mente muchos escenarios posibles. Y entre ellos tiene que estar, por fuerza, que si al puesto 5, donde elige, llega uno de los dos QBs estrellas del draft, Jameis Winston y Marcus Mariota, pensará en elegirlos. De hecho, eso mismo ha dicho.

Es más, a nadie debería extrañarle que Robert Griffin estuviese en el mercado de los traspasos la noche del draft y que cualquier escenario es posible con los Redskins. Más de un experto lo piensa. El hecho de no ampliar el quinto año de contrato también sirve en caso de que se plantee un cambio de jugadores, claro, pues el equipo destino no tendría que cargar con la losa de los 16 millones de dolares en la 2016 y podría negociar un nuevo acuerdo más realista.

McCloughan ha demostrado en la agencia libre que en Washington ha empezado una nueva época. En vez de gastar sin medida, como es tradición en el lugar, y de fijarse en grandes estrellas se ha dedicado a renovar la defensa con movimientos inteligentes y adecuados al mercado como son los fichajes de Terrance Knighton o Chris Culliver, y ha dejado marchar a Brian Orapko por un pastizal que no estaba dispuesto a pagarle. Esa nueva época podría tener un nuevo QB; todos los movimientos al respecto sirven para confirmar que McCloughan no piensa cerrarse ninguna puerta en el draft. Ni de elección de jugadores ni de traspasos.