A la búsqueda del jugador ideal en el draft: New York Jets
En plena vorágine de visitas de jugadores, rumores sobre trades y pronósticos arriesgados, seguimos buscando al jugador ideal en el draft; esta semana con los New York Jets. Su pretemporada ha estado repleta de novedades: el cambio de régimen con Mike Maccagnan como nuevo GM y Todd Bowles como nuevo HC, el regreso a casa de Darrelle Revis y los múltiples fichajes para reforzar la plantilla como Erin Henderson, James Carpenter o Kellen Davis. Ha sido un gran comienzo para el nuevo proyecto y en el draft, Maccagnan, Bowles y compañía, tendrán que confirmar las buenas sensaciones.
Los Jets afrontaban esta pretemporada con tres necesidades fundamentales en defensa. La primera y más importante se solucionó con los fichajes de Revis, Cromartie, Skrine y Gilchrist. La secundaria quedaba así tachada de la lista. La segunda es un pass rusher exterior capaz de amenazar a la ofensiva rival. La tercera es un poco más abstracta: velocidad. Velocidad en general, en todas las líneas, pero sobre todo en el medio del campo (linebackers y safeties). En este draft hay bastantes jugadores para cubrir el puesto de pass rusher pero hay uno concreto que puede solucionar él solo esa falta de velocidad.
Estoy hablando de Shaq Thompson, híbrido de linebacker y safety de la universidad de Washington. Este tipo de jugadores son cada vez más comunes en la NFL pero lo que hace especial a Thompson es su capacidad atlética y habilidad para hacer jugadas (provocar fumbles e intercepciones). Pocas veces he visto un jugador tan activo en todos los aspectos del juego; también participa en equipos especiales. Se mueve muy bien en cobertura y gracias a su velocidad es capaz de llegar a cualquier parte del campo a tiempo para hacer el placaje.
Los Jets y Thompson serían un emparejamiento ideal para el equipo y para el jugador porque Todd Bowles es un experto en sacar rendimiento a jugadores híbridos que no tienen una posición definida. Muchos entrenadores no saben cómo utilizar esa versatilidad, pero en la defensa de Bowles tendría un rol decisivo como ya vimos en Arizona con jugadores como Deone Bucanon y Tyrann Mathieu, que también salieron de la universidad con dudas sobre dónde jugarían en la NFL. Con la necesidad que tienen los Jets de un playmaker defensivo, no se me ocurre mejor jugador para ellos que Thompson.
En ataque los de New York tienen más posiciones que reforzar, empezando por la más importante, la de quarterback. Pero teniendo en cuenta el sistema ofensivo que utiliza Chan Gailey creo que, igual que en defensa, una necesidad básica a cubrir en el draft es la falta de velocidad. El nuevo coordinador va a implementar una ofensiva abierta, habitualmente conocida como spread offense, que genera muchos espacios y ahora mismo los Jets no tienen en plantilla ningún jugador capaz de aprovechar esta ventaja.
En este rol encaja a la perfección Duke Johnson, runningback de Miami. Se le puede comparar con CJ Spiller, recién fichado por los Saints, que tuvo sus mejores temporadas cuando coincidió con Gailey en Buffalo. Johnson marca diferencias en el campo gracias a su facilidad para cambiar de dirección rápidamente y su aceleración en espacios cortos. En campo abierto tiene velocidad suficiente para dejar atrás a los rivales pero lo más impresionante es lo bien que se mueve para encontrar el agujero en la defensa y atacarlo con decisión.
Después del fichaje de Stevan Ridley no queda mucho sitio en el backfield de los Jets, pero ni el ex de los Patriots ni Ivory ni Powell tienen las condiciones físicas de Duke para superar a la defensa en campo abierto. Después de acumular más de 400 carreras en sus tres años en college, no le vendría nada mal tener un proceso de adaptación al a NFL pausado para no castigarse demasiado. El grupo de runningbacks de este draft es el mejor de los últimos años y los Jets podrán elegir entre muchos perfiles y estilos distintos sin embargo ninguno se adaptaría tan bien a su plantilla como Johnson.
¿Qué otras opciones tienen en New York? La elección de un pass rusher tendría mucho sentido viendo que es una posición en la que no han fichado a ningún jugador en la agencia libre. Además están en un lugar óptimo para elegir a uno de los mejores con la sexta elección del draft. En ataque no me sorprendería prácticamente ninguna elección porque necesitan mejorar en todas las líneas. Es un buen draft para elegir un receptor que pueda sustituir a Decker y Marshall a medio plazo o añadir talento y juventud a la línea ofensiva.
Una buena agencia libre significa mayor libertad de movimientos en el draft y eso es precisamente lo que ha conseguido el nuevo staff de los Jets. Eso sí, no pueden permitirse el lujo de no acertar con sus elecciones. A pesar del lavado de cara que le han dado a la plantilla, la base del futuro de la franquicia debe llegar a través del draft. Es el momento de que Maccagnan y Bowles asienten los pilares de los nuevos New York Jets.