Aaron Hernandez: del estrellato al asesinato

Hernandez fue elegido en la cuarta ronda del draft de 2010, pese a que los Patriots habían elegido otro tight end en la segunda: Rob Gronkowski. En su primera temporada como profesional Aaron Hernandez lució el dorsal 85, que cambiaría al año siguiente por el 81 después de que los Pats ficharan al receptor Chad Ochocinco.

La apuesta de Bill Belichick por coger dos tight ends en el draft dio resultados desde el principio y el veterano técnico ideó sistemas especiales para la pareja, que revolucionó la liga.

Hernandez y Gronkowski fueron la primera pareja de tight ends en coger 5 pases de TD cada uno en temporadas consecutivas con el mismo equipo. En 2011, además, batieron el récord de touchdowns, recepciones y yardas de tight ends jugando en el mismo equipo, combinándose para 169 recepciones, 1.927 yardas y 24 touchdowns.

Pese a que los números de Gronk eran mejores, Hernandez también estaba siempre en el punto de mira de Tom Brady. En las tres temporadas que jugó con los Patriots, sumó un total de 175 recepciones para 1.956 yardas y 18 touchdowns, siendo uno de los cinco mejores de la liga en su puesto.

En enero de 2012 disputó su única Super Bowl, en la que New England perdería contra New York Giants por 21 a 17 en una espectacular remontada de los neoyorquinos. El propio Hernandez marcaba después del descanso un touchdown que situaba la ventaja de los Patriots en 9 a 17.

Sin embargo, la prometedora carrera de Hernandez saltó por los aires el 26 de junio de 2013, cuando la policía arrestaba al jugador en su propio domicilio acusado de haber acabado apenas horas antes con la vida de Odin Lloyd, un jugador semiprofesional y conocido suyo.

Lo más curioso del caso es que fue el propio sistema de videovigilancia que el jugador instaló en su mansión el que demostró la culpabilidad de Hernandez, al mostrar imágenes suyas con la pistola Glock usada en el crimen.

Además, Hernandez (en la foto durante su juicio) sería acusado después de participar en otro doble homicidio, el de Daniel Jorge Correia de Abreuy Safiro Teixeira Furtado, tiroteados en su coche en junio de 2012, además de los cargos de asalto armado e intento de homicidio a los ocupantes del coche supervivientes.

Pese a lo serio de las acusaciones en su contra y que las pruebas encontradas apuntaban a la culpabilidad del exjugador, durante el juicio fueron varios los fans que se reunían a las afueras de los juzgados para apoyar a Hernandez, su ídolo caído en desgracia.