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Escándalo en la NFL

Cadena perpetua para Aaron Hernández por asesinato

El exjugador de los Patriots ha sido condenado a la máxima pena aplicable en el estado de Massachussets por disparar y quitar la vida a Odin Lloyd "con crueldad extrema".

Aaron Hernández en el juicio por el asesinato de Odin Lloyd.
Aaron Hernández en el juicio por el asesinato de Odin Lloyd.Brian SnyderReuters

Aaron Hernández es culpable de asesinato en primer grado. Un jurado de Bristol County (Massachussets) ha concluido que Hernández disparó y mató, a sangre fría, a Odin Lloyd en la noche del 17 de junio de 2013. El jurado ha añadido que el crimen se produjo con "extrema crueldad".

Aaron Hernández era una de las grandes figuras jóvenes de la NFL. Con 23 años, y tras jugar en la Universidad de Florida, fue elegido en el draft de 2010 por los New England Patriots. Junto a Rob Gronkowski formó, casi de inmediato, una pareja de tight ends que revolucionó la liga. Bill Bellichick, entrenador de los Patriots, comenzó a usarlos en sistemas especiales diseñados para aprovechar el talento de ambos. La vida le sonreía y firmó un contrato de 40 millones de dólares.

Pero el lado oscuro del jugador se apoderó por completo de la situación. Una noche de julio de 2012, en un disco bar, Daniel de Abreu y Safiro Furtado se tropezaron con el grupo de amigos de Hernández. Una copa fue derramada y comenzó una discusión que concluyó con estos dos hombres muertos, tiroteados dentro de su coche. El juicio por estos dos asesinatos aún está pendiente de celebrarse, pero el sospechoso principal es el ex-jugador.

Odin Lloyd, de 27 años, estaba saliendo con la hermana de la prometida de Hernández. Presuntamente, estaba al tanto del asesinato de De Abreu y Furtado y mostró alguna señal de arrepentimiento porque Aaron se enfadó mucho con él el 15 de junio en un bar, a la vista de todo el mundo. Dos días después escribió un mensaje de móvil a dos de sus amigos, Carlos Ortíz y Ernest Wallace, diciéndoles "ya no te puedes fiar de nadie" y emplazándoles a quedar junto con Lloyd. Los cuatro se fueron en el mismo coche hasta un polígono industrial en el desierto de North Attleborough, cerca de la mansión de Hernández. Odin Lloyd fue asesinado allí, con seis balas en el cuerpo.

Tan sólo diez minutos después del asesinato, los tres hombres fueron captados, por las cámaras de seguridad, entrando en casa del jugador de la NFL. Hernández llevaba aún la probable pistola del crimen en su mano. Se pasaron el resto de la velada en la habitación "de juegos", en el sotano del edificio, y haciendo carantoñas a la hija de Hernández.

El ex-jugador de los Patriots afronta cadena perpetua en prisión, condena automática en Massachussets por asesinato en primer grado. De todas formas, y también de forma automática, hay que celebrar una apelación ante esta sentencia. Tras este proceso aún tendrá que ser juzgado por las muertes de De Abreu y Furtado.

Aaron Hernández lo tenía todo en el mundo del deporte profesional, pero ahora eso no es más que una anécdota en la terrible historia de un violento y despreciable ser humano.