LOCURA EN LA NFL
La bomba de abril coge forma: Rivers y los Titans se cortejan
El quarterback de los Chargers se rebela en contra de la posible mudanza a Los Ángeles y rechaza renovar su contrato. El equipo de San Diego decide reunirse con Marcus Mariota.
Cuándo los primeros rumores surgieron, hace un par de semanas, fueron recibidos por la prensa sin tomárselo en serio.
Los Titans fichan al quarterback de los Chargers, Philip Rivers, y a cambio mandan la segunda elección del draft a San Diego, que draftea a Marcus Mariota.
El típico rumor de los muchos que preceden el draft de la NFL todos los años. Nos reímos y la vida sigue.
Mientras tanto Philip Rivers concede una entrevista al diario Union-Tribune de San Diego donde afirma, sin cortarse un pelo, que no quiere vivir en Los Ángeles y no piensa renovar mientras los Chargers se estén planteando la mudanza para la capital de California.
El general manager de la franquicia, Tom Telesco, emite un comunicado diciendo que quiere que Rivers se jubile como Charger y que negociar por él es implanteable.
Por otro lado, Mariota anuncia que se va a reunir para unos entrenamientos privados con tres equipos: Buccaneers, Jets y… ¡Chargers! A la vez, la prensa de Tennessee descarta cualquier interés por draftear a un quarterback con la segunda elección del draft.
Philip Rivers es de Athens, Alabama, a hora y media al sur de Nashville. En 2013, tuvo uno de los mejores años de su carrera con Ken Whisenhunt como coordinador ofensivo y le elogió innúmeras veces públicamente por su labor para llevar el ataque de los Chargers de 31º a 5º en el ranking de la liga.
Whisenhunt es el actual entrenador de los Titans.
Los Titans tienen 26 millones de dólares disponibles en su salary cap, espacio de sobra para asumir los 17 millones del sueldo de Rivers esta temporada y negociar una extensión de unos tres años con el veterano, que cumplió 33 en diciembre.
Los rumores vienen y van como el Guadiana en la NFL. Un montón de ellos.
La mayoría ni necesita de una declaración como la de Telesco para desaparecer con la marea. Otros, como lo de Adrian Peterson a los Cowboys, no se van porque ninguna de las partes niega ni confirma que sea verdad o mentira.
Pero hay estos rumores que siguen ahí, día tras día, sin llamar mucho la atención. Cada dos o tres días surge una información nueva. Pero nada suficientemente mediático o relevante como para merecer un titular. Se esconde en la tercera columna y nadie se da cuenta.
Forman parte del mobiliario hasta que alguien que no es de casa llega y lo comenta, sin pretensiones: “Qué bien va este sofá con esta mesilla al lado de la cortina, ¿no?”
¡BOOOOM!
No ha pasado nada nuevo hoy, ayer o antes de ayer para que este culebrón haya acaparado la mayoría de los titulares del día en Estados Unidos, como ha sucedido este jueves. Lo único nuevo fue que la NFL se dio cuenta de que dentro de una semana es la reunión de Mariota con San Diego y la gente empezó a juntar las piezas del puzzle que habían sido esparcidas durante las últimas semanas. Ahora hemos descubierto que encajan perfectamente.
Tennessee sería el equipo perfecto para que Philip Rivers encerrara su carrera, al lado de su casa y con la vida tranquila del sur que él tanto desea. Con Marcus Mariota, los Chargers tendrían el escaparate ideal para atraer a la afición y interés de Los Angeles. La segunda elección del draft es un precio bastante razonable y justo para pagar por un QB veterano que ya ha probado su valor pero al que no le quedan muchos años más en la liga y ha declarado públicamente que no quiere seguir en el equipo.
Es difícil no imaginarse a Chargers y Titans cerrando el negocio.
Añadimos la probable marcha de de Adrian Peterson a Dallas y de repente la agencia libre de locos que tuvimos hace un mes parece sólo una previa de lo que puede pasar el día 30 de abril, en la primera noche del draft.