Decepcionaron en Praga Ruth Beitia, Mechaal y Kevin López

Ruth Beitia hizo un concurso sucio en Praga, salpicado de incómodos y nocivos nulos, que le pasaron amarga factura al final: fue quinta con la misma marca que la medallista de bronce, la polaca Licwinko, que hizo un concurso impoluto, hasta la medida final. Beitia llegaba con 1,96 y su fracaso no es tanto por los 1,94, sino por ese accidentado concurso, que le resultó fatal. Ha llegado a seis finales europeas indoor y sólo en ésta se queda sin subir al podio.

En cuanto a Adel Mechaal, le pudo la ambición... o la inconsciencia. Salió detrás del turco de origen keniano Kaya, se fundió en el intento y la carrera se le convirtió en un calvario. Terminó sexto, lejos de la medalla que buscaba. Contrastó con la carrera plenamente inteligente de Jesús España, que se quedó cerca de la medalla, ¡con 36 años!

Kevin López, por su parte, quedó fuera de la final al terminar tercero en las semifinales de los 800 metros por detrás de dos atletas que no son superiores a él. Las expectativas eran buenas tras su demostración de poderío en las series, en las que dio una gran impresión, pero en la penúltima ronda de los continentales no estuvo fino. Un hombre que tiene en su haber una plata y un bronce europeos en sala se quedó fuera de la carrera definitiva.

El 1.500 retrocede 31 años

Por primera vez en 31 años, desde Gotemburgo 1984, no habrá españoles en la final de 1.500 metros. En aquella ocasión, Abascal se ganó una plaza, pero no pudo competir por enfermedad. Ayer, en Praga, Diego Ruiz fue eliminado en una carrera muy rápida y aunque logró la cuarta mejor marca de todos los competidores, no estará entre los nueve que disputarán al final. Marc Alcalá fue cuarto, pero en un carrera muy lenta.