Sexton deja a Irlanda a un paso de revalidar su título

El rugby del Hemisferio Norte tiene dueño. Irlanda consolidó su reinado derrotando a Inglaterra y enviando un recado al resto de rivales de cara al Mundial de septiembre. El Trébol es, a día de hoy, el único que se acerca al nivel de Nueva Zelanda. No es tan espectacular como los All Blacks, pero son tan solventes y su defensa parece ser la única capaz de frenar al coloso maorí.

Pero eso será en septiembre. Antes, debe poner la guinda y revalidar título en el Seis Naciones. Algo que está en su mano tras superar a Inglaterra. Salvo que Gales le derrote de forma amplia en Cardiff, el Trébol revalidará título. Y si gana en el Millenium y Murrayfield (Edimburgo) podrá incluso levantar el Grand Slam antes del citado Mundial. Con Sexton a este nivel, parece incluso fácil.

Irlanda quería demostrar pronto por qué fue considerado el mejor equipo de 2014 y en las primeras acciones su línea defensiva ya asfixiaba al XV de la Rosa. En cuestión de segundos Sexton ya había transformado un golpe de castigo desde 40 metros. Inglaterra, precisamente el único equipo que supo derrotar al Trébol el año pasado, se mostraba impreciso en el arranque.

Su juego aéreo dejaba dudas y la presión de los soldados irlandeses convertía a los locales en un muro. Nuevo golpe de castigo para Sexton y 6-0 en escasamente 7 minutos. Irlanda era más sólida y con su decisión rozaba el ensayo bajo palos. Inglaterra evitó el peligro y viendo que no podía entrar en la casa irlandesa optó por el pateo de Ford.

Su drop ponía el 6-3 aunque el posible empate se esfumó al marrar el apertura inglés un golpe de castigo desde el centro del campo. Los visitantes daban un paso al frente y amenazaban con el ensayo pero dos robos consecutivos del irlandés Toner en la touch abortaban la esperanza de los de Lancaster, incapaces de superar el muro verde. Entonces la actual campeona se lanzó a por todas con juego abierto y muchas fases. Rozó el 'try', no lo logró, pero sí arañó dos golpes de castigo gracias a la labor de Sexton también en defensa.

El apertura pasó uno de ellos y con el 9-3 se llegó al descanso. Inglaterra no era la de siempre, tenía frente a sí a un equipo de su nivel, y los visitantes no sabían por dónde meterle mano a Irlanda. Aunque los de Lancaster saben lo que es remar contra corriente y no se iban a rendir tan pronto.

Por ello, los ingleses salieron más enchufados en la segunda mitad. Goode salvó un ensayo verde en su propia casa, luego Kearney buscaba el drop para Irlanda desde el centro del campo aunque el primero que anotaría tras el descanso sería, quién si no, Sexton. Un golpe de castigo lejano ponía el 12-3 y frenaba la iniciativa visitante. Eso dio moral al Trébol, que se marchó a por la sentencia como un rodillo.

Y lo encontró, jugada abierta y el virtuoso apertura colgaba un balón a la esquina para que Henshaw, de forma acrobática robara el oval en el aire y posara el ensayo. Transformado por Sexton, el 19-3 parecía resolutivo. Por delante media hora para esperar un milagro inglés que no llegó. Tuvo intención, pero poco más. Billy Vunipola se dejó ver por primera vez a los 55 minutos con una carrera que fue abortada por Bowe y Ford pasó dos golpes de castigo (57' y 67') para dejar el 19-9 definitivo.

Entre medias de ambos, mucha igualdad, y en el tramo final, más corazón que rugby para una Inglaterra que comprobó en sus carnes por qué Irlanda es, a día de hoy, el Rey del Norte. La Rosa fue incapaz de hacer un ensayo y se estrelló una y otra vez contra el muro verde.