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Atletismo | Pista cubierta

Pablo Torrijos: “Veo el triple como una expresión de arte”

Es el primer español de la historia que pasa los 17 metros. Se muestra ambicioso “El salto de 17,03 fue bueno, pero no perfecto. Podría llegar a 17,20”.

EN CASA. Pablo Torrijos en la pista de atletismo de Castellón tras batir su récord nacional de triple.
Ángel Sánchez

Pablo Torrijos ama el triple salto. “Me gusta mucho lo que hago, lo veo como una expresión del arte”, cuenta este castellonense, de 22 años, que vio inundado su móvil de mensajes (twitter, whatsapp...) tras batir el récord nacional (17,03) en Antequera. Se había convertido en el primer español que rompe la barrera de los 17 metros, la que conduce a la élite internacional. “De nada sirve esto sin rendir en alta competición”, dice severo Torri.

“Pablo es muy profesional y meticuloso. No se salta ni una coma del entrenamiento”, cuenta Claudio Veneziano, su técnico. Tan cuidadoso es Torrijos, que considera que su vuelo de récord “no fue perfecto”. “Se trata de un buen salto, pero no lo clavé del todo. No ajusté bien a tabla (se dejó 12 cm) y en la caída no aguanté hasta el último momento”. Una de las claves de su mejora está en el cambio de apoyos: “Antes hacía 16, ahora 18. Entró más rápido y por eso salto más. Ahora mismo podría llegar hasta 17,20, 17,30 no”.

El míster Veneziano, nacido en Siracusa (Italia), ha convertido Castellón en una especie de epicentro del triple nacional. Porque además de Torrijos, con el siciliano se entrenan Jorge Gimeno (16,67), Emilio Bellido (16,80) y Vicente Docavo (16,72). “Entre los cuatro hay una rivalidad sanísima y tenemos una inercia muy positiva”, cuenta Veneziano. “Nos picamos en la pliometría y en los ejercicios, pero somos muy amigos. Todos queríamos que alguno pasase los 17 metros”, añade Torrijos, que se considera “veloz y potente” gracias a sus 1,88 m y 76 kilos.

Pablo estudia Criminología, desconecta con paseos en la playa de Benicassim, y, como enamorado del triple, conoce de memoria las hazañas y marcas de Jonathan Edwards y Christian Olsson, “dos grandes”. Pero su ídolo es el italiano Fabrizio Donato, bronce olímpico en Londres con 36 años y que sigue en activo con 38. “Es un ejemplo de longevidad y desde que estuve en su casa lo idolatro más todavía”, dice Torrijos, que durante una semana de enero visitó al transalpino en Infernetto.

Europeos. Con Donato se verá en los Europeos de Praga (6-8 de marzo), donde estará su hermano Gimeno y también el portugués Nelson Évora, oro olímpico, que en la tarde del domingo le quitó el liderazgo europeo (17,19). “Si me dicen hace tres años que voy a competir con ellos no me lo creo. Pero ahora tenemos las mejores marcas y en la pista no habrá admiración. Si hay que ir a por ellos, iré”, dice Pablo, “muy tranquilo” para el continental. “Será clave la carga emocional”, dice Veneziano, quién enseñó a Torrijos el arte del triple salto.