El 'Mapfre' recupera sus sistemas de comunicación

El Mapfre español, al mando de Xabier Fernández,  ha estado navegando prácticamente a ciegas en las últimas setenta y dos horas tras no poder recibir ni enviar ninguna comunicación desde el barco, lo que ha complicado en exceso la tarea de su navegante, el francés Jean Luc Nèlias que ha tenido que realizar las previsiones meteorológicas casi a mano.

Esta tarde una de sus dos antenas de comunicaciones ha comenzado a funcionar, por lo que están, de nuevo con capacidad de enviar fotos y vídeos, y de recibir partes meteorológicos, entre muchos otros datos. “Hemos abierto una de las antenas y apretando un poco aquí, un poco allá, parece que ha funcionado, al menos por momentos. Esperemos que aguante hasta el final de la etapa”, explicaba al respecto el argentino Fran Vignale, su tripulante de comunicación.

Esto ha permitido recibir las primeras fotos de la maltrecha mano de Willy Altadill, el joven regatista catalán de 22 años que se estrenaba en esta etapa con el Mapfre  en la vuelta al mundo a vela. No se ha confirmado pero la mano podría estar rota. "Tememos que sea una fractura, pero descartamos el desplazamiento, aunque sin una radiografía no podemos saberlo", apuntaba Vignale. Altadill se golpeó la mano contra una polea hace varias jornadas, durante un problema con uno de los outriggers.

El Brunel de Bouwe Bekking continúa en primera posición, pero su ventaja sigue reduciéndose, y es ahora de unas 25 millas (48 km) respecto al segundo clasificado, el Abu Dhabi de Ian Walker y Roberto Bermúdez de Castro. El dilema de si ir más al Este o seguir hacia el Sur sigue de actualidad, y la flota está de nuevo divida en dos. El Mapfre y el  Dongfeng, con problemas en su vela mayor,  han modificado su rumbo en las últimas horas, situándose más al Este, junto al  SCA femenino de Samantha Davies

Alvimedica, Abu Dhabi  y  Brunel se han quedado más al Sur y ahora los Doldrums (calmas ecuatoriales) ya acechan a los equipos, Se prevé que entren en ellos mañana o el viernes, y pasen allá un caluroso fin de semana, a  unos diez días de la llegada a Auckland, meta de la cuarta etapa  de esta edición de la Volvo Ocean Race.