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RUGBY - VI NACIONES

Davies ilumina al Dragón, que bate a Escocia en Murrayfield

Un ensayo del centro premió el dominio galés. Escocia sigue creciendo, pero se quedó sin empuje en los últimos metros.

Un momento del choque entre Escocia y Gales.
Un momento del choque entre Escocia y Gales. AFP

El Dragón cumplió con su deber. Sabía que un tropiezo en Murrayfield le haría retroceder un paso, perder el prestigio que había ganado años atrás y que convertía a Gales en uno de los combinados más prometedores del planeta. Mereció ganar a Escocia, pero el equipo de Gatland no es el de antaño. Puede ganar aún el VI Naciones (no depende de él), pero su juego parece insuficiente. Mantiene calidad en algunos hombres, también el pateo de Halfpenny, pero se esfumó su magia.

El Cardo, que volvió a perder, dio un paso al frente. No sabemos cuánto tiempo le llevará a Cotter rearmar a Escocia, pero éste es el camino. Mimbres tiene. Se comprobó viendo el carácter del partido, mucho más ofensivo y abierto que los anteriores.

Gales no quería complicaciones excesivas y a las primeras de cambio ya mandaba gracias a un golpe de castigo pasado por Halfpenny. Se antojaba un encuentro controlado hasta que una intercepción de la línea local permitió a Hogg ensayar bajo palos. Laidlaw transformaría la jugada y anotaría también un golpe de castigo en el 16' para colocar un 10-3 que llenaban de dudas las esperanzas galesas.

El zaguero visitante recortó pronto diferencias y en la siguiente acción de peligro demostró el Dragón su ambición yendo a la touch en vez de pedir palos cuando se aproximaba a la casa del Cardo. A continuación una amarilla dudosa a Russell por contactar en el aire con un rival y en la siguiente jugada Webb aprovechaba la superioridad numérica para posar el oval en la esquina. La brecha podía ser definitiva, pero Davies vio otra amarilla similar (ésta mucho más clara) y Laidlaw quiso mandar a su equipo al ataque en vez de amarrar tres puntos. Escocia quería morir matando, y se ahogó a un metro de la orilla. Descanso con el 10-16.

Con Russell ya de vuelta recortó diferencias el medio melé escocés. Renta mínima para un Dragón que era superior hasta que Halfpenny puso el 13-19. Insuficiente porque el Cardo estaba a tiro de ensayo. Más aun cuando el capitán local puso el 16-19. Era el momento de remontar a Gales.

Pero los de Gatland, que tienen más calidad, no podían dejar escapar este partido. En apenas cinco minutos firmaron un ensayo (anulado), desaprovecharon un golpe de castigo (único error de Halfpenny) y finalmente Davies dio el golpe decisivo. El centro encontró un hueco, engañó a Hogg y al menor de los Gray con una finta y posó bajo palos.

Con el 16-26 Escocia se fue a por todas, metió riñón y muchas fases en la puerta de la guarida del Dragón pero sólo encontró una grieta ya en el último segundo. Hamilton ensayó en el 79' y a Escocia le dio para maquillar el marcador y, sobre todo, mandar un recado a sus rivales: no son una comparsa.

Cumplió Gales, un alivio para el Dragón en el VI Naciones, pero debe mejorar. Línea opuesta a Escocia, que sigue sin ganar pero que ha logrado lo más importante: un rugby que ilusione, ofensivo y que convenza a medio plazo.