La reina de la pertiga
Yelena Isinbáyeva regresa a la pista para competir en Río 2016
Doble campeona olímpica y plusmarquista de la especialidad, la rusa fue madre por primera vez el año pasado, y ha reanudado ya los entrenamientos
Una vez superado un nuevo listón en su vida, el nacimiento de su primera hija, la zarina de la pértiga, la rusa Yelena Isinbáyeva, ha decidido volver a las pistas con el objetivo de colgarse su tercer oro olímpico en Río de Janeiro (2016).
"Por supuesto, el objetivo final es el oro en Río. No puede haber otra meta", dijo hoy Yevgueni Trofímov, su técnico y descubridor, quien destacó que su pupila tiene un "aspecto estupendo" tras dar a luz en junio de 2014. Isinbáyeva, plusmarquista mundial con 5,06 metros, reanudó los entrenamientos el pasado 3 de febrero en ciudad natal, Volgogrado, donde las autoridades han acondicionado las instalaciones del estadio local para que la pertiguista se sienta a gusto.
El técnico se mostró "convencido" de que la pertiguista está "perfectamente capacitada" por volver a subir a lo más alto tras colgarse el oro en el Mundial de Moscú en 2013, su última competición oficial. "Se la ve muy bien. De hecho, pesa 61 kilos, dos menos que antes. Además su motivación, su ambición y su deseo de ganar siguen siendo muy grandes. Si no estuviera seguro, ni siquiera habríamos empezado a entrenar", dijo.
Trofímov negó que la edad de Isinbáyeva, que tendrá 34 años en Río, sea un problema para la plusmarquista que rompió en 28 ocasiones el récord del mundo, siete menos que su admirado Serguéi Bubka. "No se trata de la edad, ni del pasaporte. Lo importante es la edad biológica. Hay gente que a los 20 años ya es vieja. Existen atletas que fueron campeones olímpicos casi a los 50", indicó.
Trofímov siempre ha mantenido que Isinbáyeva, a la que ha comparado con un Stradivarius, está capacitada para superar el listón situado a 5,15 o 5,20 metros. La atleta, que se casó a mediados de diciembre pasado con un lanzador de jabalina, dedicará los próximos meses a recuperar el tono físico. "Dedicaremos varios meses a realizar estiramientos para que el cuerpo se recupere. A partir de septiembre comenzaremos los entrenamientos en serio", explicó.
El técnico destacó que "en Volgogrado existen unas condiciones muy buenas para el entrenamiento en cualquier momento del año", ya que dispone ahora de un pabellón cubierto con las más modernas infraestructuras. En cuanto a su participación en una competición oficial, el técnico prefiere no hacer pronósticos, aunque en marzo de 2016 se celebrarán los Mundiales en pista cubierta en Portland (EEUU) y en julio de 2016, un mes antes de los Juegos se celebrarán, los Europeos en Amsterdam. "Río de Janeiro es la meta final, pero las competiciones oficiales son siempre muy útiles. Todo dependerá de su estado físico", comentó.
Trofímov dijo que nunca perdió la esperanza de que Yelena regresara al tartán, ya que "ella aún no ha dicho la última palabra deportivamente". Lo que sí da por seguro es que la ciudad brasileña será el punto final de la extraordinaria carrera de la atleta rusa que alcanzó el olimpo con sus saltos por encima de los cinco metros. "Río será el final. Después dirá adiós al atletismo. Siempre hay un límite", señaló.
Isinbáyeva, que nunca había escondido su sueño de tener descendencia, dio a luz a finales de junio pasado en Montecarlo a una niña, Eva. La pertiguista rusa se colgó dos oros olímpicos (Atenas 2004 y Pekín 2008) y un bronce (Londres 2012) y logró siete títulos mundiales (cuatro de ellos en pista cubierta) y dos europeos (uno en sala). Sus tres marcas más destacas son los 5 metros que superó por primera vez un 22 de julio en Londres; los 5,05 que le proporcionaron el oro en Pekín y los 5,06 que logró en Zúrich en agosto de 2009, actual récord mundial