Acuerdo: la Federación Hípica pasa a regular el turf español

El acuerdo tripartito alcanzado ayer entre la SEPI (propietaria del hipódromo de La Zarzuela), el CSD y la Federación Hípica permitió desbloquear la situación del turf español, paralizado desde hace dos meses. El 1 de marzo, por lo tanto, el hipódromo madrileño de La Zarzuela volverá a abrir sus puertas y a celebrar carreras de caballos.

El enquistamiento que vivía el sector del turf se originó el 2 de diciembre, fecha en la que la Federación Hípica debía ser el nuevo ente regulador de las carreras de caballos, según un acuerdo firmado en 2005 entre CSD-Federación Hípica y la Sociedad de Fomento y Cría Caballar de España (SFCCE). La SFCCE era el ente que regulaba las carreras desde 1841, pero su precaria situación (2,5 millones de euros de deuda) le llevó a solicitar un concurso de acreedores. El traspaso de poderes debía haberse realizado el 2 de noviembre, pero al estar la SFCCE en manos judiciales no se pudo efectuar. El juez dictaminó a finales de enero la no viabilidad de SFCCE y ordenó su liquidación, proceso en el cual se encuentra.

La Federación Hípica (hípica y turf nunca se han llevado muy bien) aceptaba ser el nuevo ente regulador, pero exigía garantías de que al desempeñar ahora las funciones que antes realizaba la SFCCE, no heredaría la deuda de ésta.

Javier Revuelta, presidente la Federación Hípica, exigía por escrito un contrato en el que, en caso de denuncias, será la SEPI la que responderá económicamente. Tales garantías fueron acordadas en torno a cuatro millones de euros, fue entonces cuando la Federación Hípica aceptó hacerse cargo de la regulación del turf y el conflicto quedó desbloqueado.

En la reunión, auspiciada desde la vicepresidencia del Gobierno, también estuvieron Faina Zurita (presidenta de hipódromo de La Zarzuela) y Ramón Aguirre (presidente de la SEPI).

Miguel Cardenal, presidente del CSD, hizo de anfitrión y mostró su plena colaboración. Aunque no hubo declaraciones tras la reunión, fuentes internas aclararon que el CSD nunca puso trabas al proceso.