Mundial de Qatar
Qatar gasta en el Mundial 20 veces más que España 2013
Este Mundial tiene un presupuesto de 220 millones de euros. Qatar tiene ocho nacionalizados y Valero Rivera al frente de su selección. Contratan españoles para animar.
El Mundial de Qatar, que arranca hoy con el partido de los anfitriones frente a Brasil (18:25, TDP), no será uno más en la historia del balonmano. El país, sus dirigentes, quieren que sea un torneo glorioso, el mejor de siempre, y que se recuerde durante años. De ahí que hayan puesto en escena su poderío económico para ofrecer algo nunca visto hasta ahora. Por eso han invertido 220 millones de euros en la organización, es decir, 20 veces más que el presupuesto del Mundial de España de hace dos años, que se quedó en unos 12.
Gracias a ese poderío económico pueden presumir de tener tres pabellones modernos en Doha, capital y única sede de todos los encuentros del Mundial, con el Duhail Sports Hall, construido con dos pistas para este evento. Los otros dos, el Lusail Multi Purpose Hall y el Ali Bin Hamad son polideportivos que permiten organizar todo tipo de citas, porque las autoridades deportivas han apostado por venderse mundialmente gracias al deporte y las transmisiones deportivas: natación, boxeo, voley playa… Todo lo que sea destacar, le interesa al país, que tiene en el Mundial 2022 de fútbol de un lado su máxima apuesta por ahora, y de otra la necesidad de lavar la mala imagen que se ha generado por la posible compra de votos para su candidatura y que tanta polémica ha levantado.
Además, Qatar no ha querido ser una comparsa deportiva. Hizo su aparición en los Mundiales en 2003 (16ª), y en los tres siguientes nunca bajó del 20º lugar. Para cambiar esa tendencia, contrató en 2013 a Valero Rivera, campeón del Mundo con España. Y con él ha invertido los papeles: campeón de Asia y de los Juegos Asiáticos, y temible actualmente. Eso sí, en su plantel de 28 preseleccionados tenía nada menos que ocho nacionalizados, desde el pivote español Borja Fernández al portero del Barcelona Saric, al que ha tardado años en convencer para que juegue como qatarí aunque sus visitas al país hayan sido turísticas. También tiene a los cubanos Paván y Capote, al montenegrino Stojanovic, y al francés Reine. Es decir, un plantel tan remozado que puede ser una de las sorpresas
Y, como necesitaba ambiente, hasta ha contratado claque internacional, especialmente española: aficionados ruidosos de las peñas más calientes de la Asobal, Cuenca, Puerto de Sagunto y Villa de Aranda, que estarán en Doha a cuerpo de rey, con todos los gastos pagados, más una dieta diaria de 20 euros, y todo para alentar y motivar a los qatarís, que no a España, porque la afición local, al parecer, aún no sabe cuándo y cómo tirar de su equipo.