BALONMANO
Qatar y Brasil abren el Mundial más lujoso de la historia
Este jueves (18:30) arranca el Mundial de Qatar donde España defiende título. Es el primero que se juega en una sola ciudad y la organización cubre gastos.
Esta tarde (18:30) arranca el Mundial de Qatar con el duelo que enfrenta al anfitrión (Valero Rivera) con Brasil (de Jordi Ribera). Partidos entre entrenadores españoles y del grupo de España, que abre la competición mañana ante Bielorrusia en el Campeonato del Mundo más singular que se haya disputado hasta la fecha, porque las autoridades catarís saben que se juegan su prestigio en esta cita, y de hecho han volcado parte de sus 220 millones de euros de presupuesto en la presencia internacional.
Es el primer Mundial que se juega sólo en una ciudad (Doha, con cuatro pabellones modernos) para alegría de los jugadores, los entrenadores y los aficionados extranjeros, que no tendrán que ir pensando en combinaciones y más viajes; es el primero en el que la organización corre con todos los gastos ordinarios de las selecciones, viajes incluidos; el que más medios de comunicación reunirá, y en el primero que se contrate aficionados extranjeros con todos los gastos pagados para poblar y ambientar las gradas.
Y en ese ambiente, España, que adelantó un día su viaje por motivos del protocolo de la inauguración, trata de igualar a Francia, hasta ahora la única selección que ha conquistado dos mundiales seguidos en el siglo XXI. Ahora bien, nadie quiere hablar abiertamente de podio, porque eso nos ha ido tradicionalmente mal. Por ello el objetivo es luchar por el primer puesto del grupo, y optar a una eliminatoria asequible en octavos, que ya se complica en los cuartos de final, aunque sólo España y Dinamarca han subido al podio en los dos mundiales precedentes, y gozan de prestigio para repetir.
Si el Mundial tuviese lógica, los cuatro cabezas de grupo, España, Croacia, Francia y Dinamarca, deberían pelear entre ellos en las semifinales, pero a nadie se le escapa que en el Grupo D, con la presencia de Alemania, Rusia y Polonia, puede ofrecer sorpresas, además de Qatar (por el número de nacionalizados), Austria, Suecia e Islandia, que como Alemania está aquí repescada por la renuncia de dos países árabes (Bahrein y Emiratos Arabes).
“Siempre hay sorpresas”, sostiene Cañellas, como Manolo Cadenas, que abunda en la igualdad entre los europeos “porque un gol lo decide todo”. Y es que el Mundial más majestuoso de la historia además tiene un premio notable al que aspiran los mejores: la primera plaza olímpica para tener más de un año de preparación para Río 2016. Y en eso están los mejores.