Balonmano
Albert Rocas: “La Selección es ahora un equipo cosmopolita”
Mañana se cumplen diez años del debut de Albert Rocas (Girona, 32 años) con la Selección. Es el único superviviente de los dos títulos Mundiales. Ahora mira a Qatar.
—Comienzan el camino hacia el Mundial de Qatar. ¿Usted ya lleva en su carrera unas cuantas concentraciones como esta, no?
—Unas cuantas. El otro día me paré a pensar que se cumplen diez años de mi primera convocatoria con la Selección. ¡Qué rápido pasa el tiempo!
—¿Nota mucho cambio de aquella Selección a esta?
—Pues quedamos pocos ya. Yo he tenido el orgullo de jugar con la ‘vieja guardia’, aquella de Barrufet, Garralda... y ahora veo cómo entran los que serán el futuro, caso de Alex Dujsebaev, Pérez de Vargas...
—De hecho, es el único que queda en esta Selección que ha jugado las dos finales en las que se ganó el Mundial.
—¡Un privilegio el poder contribuir a las dos estrellas que lucimos! Fueron dos títulos muy diferentes, pero igual de especiales. El de Túnez 2005 porque fue el primero y el de España 2013 porque fue en casa.
—¿Ha cambiado mucho el balonmano español?
—Sobre todo en que ahora la mayoría juegan fuera. En 2005 todo el equipo era de Asobal, la mejor liga del mundo entonces. Quizá junto con la Bundesliga. Ahora hay tres o cuatro competiciones que están por delante. Somos una selección muy cosmopolita, eso antes ni se imaginaba.
—La caída de la liga no es positivo, pero... ¿ha enriquecido la emigración a la Selección?
—No. España ha ganado títulos con todos los jugadores de Asobal y también con la mayoría de ellos jugando en el extranjero. Siempre ha tenido equipos de una calidad enorme. Lo que pasa es que antes las ofertas de España eran igual o mejores que las del extranjero. Alguna te llegaba de fuera, pero ni te lo planteabas... Antes no hablábamos inglés casi nadie en el equipo, ahora el que menos...
—Usted estuvo en el extranjero y volvió...
—Sí, yo he conocido los dos casos. Ahora quizás estoy en un club más humilde (Naturhouse) que antes en el Kolding... Pero para un español siempre se está más a gusto en tu país. Tenemos un estilo muy diferente de vida a otros países europeos. Y el clima. De hecho, muchos nórdicos también dicen que se jubilarán aquí.
—Los Hispanos, a por el Mundial después de la gesta de las Guerreras...
—Sí, tenemos la suerte de que tanto ellas como nosotros hemos logrado muchos éxitos. Además, creo que transmitimos valores muy parecidos: compañerismo, fair play, no dar ningún partido por perdido...
—Ellas lograron la plata. ¿Firma la medalla?
—Siempre firmo una medalla porque lograr un podio en el Mundial es muy difícil. Pero desde luego no me conformo, vamos a por todas.
—¿El oro es posible?
—Tenemos muchas posibilidades de estar arriba y pelear por las medallas. Nuestro fuerte es el bloque. Somos un grupo de amigos. Encima dirigidos por un experto en hacer grupo como Manolo Cadenas. En cuanto a individualidades, Joan Cañellas está al nivel del mejor del mundo. Se ha echado a un equipo como el Kiel a la espalda. Lo mismo podría decir de Raúl Entrerríos en el Barcelona.
—¿Preocupa que no pueda estar Sterbik?
—Para mí es el mejor portero del mundo, se nota cuando está. Es uno más del grupo y queremos que juegue. Pero no estamos preocupados. Sierra nos puede aportar esa experiencia y Pérez de Vargas y Corrales son el futuro y marcarán una época.
—Favoritos para el oro... ¿los de siempre?
—Desde luego hay que nombrar a Dinamarca. Viene de perder dos finales y es un gigante herido. Francia sabe competir. Además, tiene la suerte del campeón. Croacia muestra una calidad enorme...
—¿Y la Qatar de Valero?
—Son un gran equipo con jugadores ‘nivel Champions’ y tienen experiencia. Puede ser la sorpresa para quien piense en la Qatar de hace diez años, como fue Túnez en su Mundial. Pero todos sabemos de su potencial. Saric y Stojanovic forman una de las mejores porterías del Mundial. Y luego estará el respeto arbitral al anfitrión... Allí se vive el balonmano, creo que será un gran Mundial.
—¿Será raro enfrentarse a Valero Rivera?
—Más que raro, será especial. No sólo por él, sino también por el resto del cuerpo técnico. Hemos vivido muchas cosas juntos.