Silje Solberg se agiganta para frenar a las Guerreras

A la cuarta, las Guerreras hincaron la rodilla, con Noruega, la campeona olímpica, la selección que domina los europeos, la favorita también para recuperar el trono que perdió hace dos años. Y cayó España (26-29) porque la tercera portera nórdica, Silje Solberg, que ha llegado como emergencia ante las lesiones de las titulares, hizo una segunda parte soberbia. Ella tiene la culpa del triunfo de Noruega, y de que las españolas no puntuasen en esta ocasión.

Si el gran detalle del partido fue Solberg, no es menos cierto que hay algunos más que sumaron a favor de las noruegas, que aprovecharon mucho su contragolpe ante los regalos españoles. Ya sabemos, y se admite, que a la velocidad que juega España y con el movimiento de las chicas, se pierden balones, pero en este encuentro algunos se quedan lejos de lo admisible. Porque cada regalo era un contragolpe de Herrem, una correcaminos en su extremo.

Otro detalle fue no acabar la primera mitad con ventaja. Con 16-15 Dueñas pidió tiempo muerto, y mandó jugada, acción ofensiva, para buscar el segundo tanto de diferencia o, al menos, acabar con esa tímida renta con menos de medio minuto por jugar. Hubo error en el pase, y en el último segundo y desde 12 metros Riegelhuth empató a 16. Jarro de agua fría moral, sin duda.

No todo fue negativo para España, porque se demostró que este equipo es fiable. Se escapó Noruega a la vuelta del descanso (1-4), y remontaron las Guerreras (3-0), y parecía que las nórdicas rompían el partido (23-26) y ahí estaba España, con Marta Mangué o Nerea Pena, que cumplía años (25), para equilibrar otra vez (26-26).

Que Noruega ganase 26-29, con un 0-3 en los últimos cinco minutos, no es significativo: España jugaba sin paciencia para empatar, y de eso se aprovechaban las nórdicas, más acostumbradas a jugar con esa presión de mantener un resultado, Posiblemente el futuro le dará otra oportunidad a las Guerreras de cobrarse la revancha.