Mireia-Hosszu: la pugna que marca el futuro hasta Río

Sonriente, con las cuatro medallas al cuello y con la compañía de su familia. Así se encontró ayer Mireia Belmonte en El Prat (Barcelona), después de completar sus mejores campeonatos, de piscina corta, en Doha. Pero la nadadora de la UCAM avisa: “No estoy en mi mejor momento porque aún tengo mucho que mejorar”. Uno de los acicates para seguir puliendo cada prueba, al margen de su sueño de alzarse con el oro olímpico, es la “sana rivalidad” que mantiene con la húngara Katinka Hosszu.

De las cinco pruebas en las que compite la española, en todas se cruza con Iron Lady, aunque es realmente en cuatro donde existe la dura pugna, pues los 800 libre no son una prueba prioritaria par Hosszu. A día de hoy, ambas dirimen por las primeras posiciones de los 400 estilos y 200 mariposa, mientras que en los 400 libre y en los 200 estilos están en un elenco más amplio de nadadoras con aspiraciones. “No me quedo con ninguna medalla porque cada una tiene su preparación e importancia”, explicó ayer Mireia.

Hosszu tiene 25 años y la badalonesa, 24, a ambas les encanta el trabajo de gimnasio, pero hay matices. Si la húngara adora competir (82 medallas este año), Mireia prioriza el entrenamiento (40 medallas), por eso ha logrado, entre otras cosas, llegar más afilada y batirla en 400 estilos y 200 mariposa. El final de la historia, en los Juegos de Río, en año y medio.