Tiger y Lindsey Vonn vuelven separados por 3.800 kilómetros

Una de las parejas más mediáticas del deporte, la que forman Tiger Woods y Lindsey Vonn, vuelve este fin de semana a la competición. El golfista, al borde de los 39 años, tras cuatro meses de ausencia después de que la espalda se le quedara bloqueada en el PGA Championship en agosto. Retorna desde hoy en el Hero World Challenge de Isleworth (Florida), torneo de su fundación con una gran participación.

Ella, la esquiadora de 30, mañana viernes en el descenso de la Copa del Mundo de Lake Louise (Canadá) tras estar casi inédita desde hace 22 meses. Primero se rompió los ligamentos de la rodilla derecha en febrero de 2013. Volvió en diciembre en Lake Louise y en Val d’Isere, pero tras el descenso francés paró de nuevo perdiéndose los Juegos de Sochi. Les separarán más de 3.800 kilómetros, pero sin duda estarán conectados.

“Tiger ha supuesto una enorme fuente de inspiración para mí”, cuenta Vonn, campeona olímpica en descenso en 2010 y cuádruple ganadora del Globo de Cristal. “Me veo al mismo nivel que antes, pero con la diferencia de dos operaciones en la rodilla... Me siento sólida, confiada, pero sólo quiero llegar a la meta en la primera carrera”, cuenta. Ausente en las tres primeras pruebas de la Copa del Mundo, no podía haber elegido mejor escenario para reaparecer, en la estación de Alberta ('Lake Lindsey' la han rebautizado) acumula 14 victorias.

Woods, mientras, ha sustituido al técnico Sean Foley por el biomecánico Chris Como para intentar encontrar la potencia perdida sin que su swing dañe la espalda. Las dos estrellas vuelven al lío. Lo que está por ver es si tendrán capacidad para retornar al número uno.