Objetivo indiscreto
Aritz Aranburu vence a Slater
El surfista vasco Aritz Aranburu ha vuelto a vencer al mítico Kelly Slater. Nueva hazaña. Primero se impuso en Tahití y ahora ha repetido en Portugal.
No es un deportista normal. Cualquier otro se hubiera sorprendido por el remolino de fans, cualquier otro hubiera atendido amablemente los requerimientos de la joven en bikini. Kelly Slater, once veces campeón mundial de surf, no distinguió a los admiradores del rumor del mar. Está tan acostumbrado a la admiración como a las mujeres hermosas: Pamela Anderson, Cameron Díaz, Bar Refaeli o Gisele Bundchen forman parte de su extensa relación de amantes. Cantante, poeta y guapo global, no pasa año sin que alguna revista le declare el hombre más sexy del mundo. Diremos en nuestro descargo que la playa es un gran embellecedor y que la pisamos poco.
Bien, pues este ídolo, el Mozart de las olas y las supermodelos, fue derrotado el domingo por el surfista guipuzcoano Aritz Aranburu (acabó noveno), el único español que compite con los mejores del mundo. Ha sucedido en Peniche (Portugal) y no es la primera vez que ocurre. Aritz ya venció a Slater en Tahití, en 2009.
Para calibrar el último éxito de Aranburu hay que señalar que, mientras el surfista de Zarautz lucha por mantenerse en la élite, el estadounidense persigue a los 42 años su 12º título mundial, en pugna con el joven brasileño Gabriel Medina (20). El campeón saldrá de la última prueba, a disputar en Hawaii del 8 al 20 de diciembre.
Al igual que Slater, Aritz Aranburu (29) responde al prototipo de surfista que nos dibujó la película El gran miércoles (1978): Tarzanes con bermudas que se deslizan con parecido éxito por el mar y por la arena. La pareja de Aranburu, por si se lo preguntan, es la top model zamorana Almudena Fernández, con quien ha puesto en marcha un proyecto para integrar a través del surf a jóvenes con problemas.
El único secreto es “ser más que la ola”. Así lo contó Aranburu en El Larguero y así lo demostró contra Slater, con dos tubos prodigiosos, dos paseos por la panza de la ola.
Desafío. Si existieran los dragones, los surfistas se olvidarían del agua y jugarían a resistir el mayor tiempo posible agarrados a su cola. A falta de criaturas mitológicas, los tipos como Kelly Slater deciden batirse con las fuerzas más descomunales que encuentran: el mar, el viento... o Pamela Anderson.