Se retira Titín III, el gran revolucionario de los frontones

La pelota llora hoy la retirada de un mito. Augusto Ibáñez Sacristán ‘Titín III’ echa el telón sobre una carrera de 22 años, una biografía de deportista ejemplar que figurará entre los más grandes. El pelotari de Tricio (La Rioja) lo deja con 45 años, en su querido Adarraga logroñés (su segunda casa) y con la etiqueta de haber sido el mayor revolucionario de su deporte.

Con Titín se va una nueva forma de entender la pelota, que en los 90, hasta su llegada, vivía enclaustrada en tradiciones cada vez más desfasadas. Llegó Augusto, ya maduro tras ganarse la vida en una gasolinera, y empezó a cautivar con sus lanzamientos en plancha (heredados de su época como jugador de voleibol), su juego al aire y su garra. Dignificó más a los jugadores y contribuyó a una mayor profesionalización. “No es que yo cambiara este deporte —despeja con humildad—, sino que coincidieron muchos factores y estuve en el momento justo y cogí ese tren”.

Debutó con 23 años en el frontón Barrerito I de Baños de Río Tobía en La Rioja. Hizo pareja con Maiz II, contra Bengoetxea IV y Berna. Su currículo no expresa lo que ha supuesto Titín a la pelota: cinco campeonatos de Parejas y uno del Cuatro y Medio (dos de los grandes torneos, el principal es el Manomanista). “Acabaremos el homenaje y me quedaré vacío, lo sé. ¿Qué voy a hacer el lunes?”, se sincera. “He sido un privilegiado por poder disfrutar con este deporte que tanto amo”, desgrana para AS.

Sólo cuando se confirmó como concejal del PP le llegaron algunos pitos de ingratos aficionados. Se ha dedicado esta última temporada a ir despidiéndose por todos los frontones del circuito. “Estoy abrumado por todos los gestos de cariño que he visto”. Hoy, a las 18:00 horas se juntará con Merino II, el cachorro al que ha ido modelando, ante Irujo-Cecilio. El final. Su vacío será imposible de llenar.