NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Rugby Championship

Sudáfrica se despìerta a tiempo para vencer a Australia (28-10)

Los Springboks, con tres ensayos en sólo diez minutos, salvaron su honor tumbando a un rival que les superó durante una hora

Francois Hougaard intenta superar la defensa de los australiano.
REUTERS

Sudáfrica pasó de ser la única y gran alternativa a la mejor Nueva Zelanda de la historia (la del año pasado), a ser un equipo ramplón y sin recursos que incluso estuvo a punto de perder el  segundo puesto del ránking mundial en detrimento de una limitada Australia. El partido de la quinta jornada del Championship (una edición, la de 2014, que no está luciendo por su nivel) enfrentaba a Springboks y Wallabies con el recuerdo de la fecha anterior, en la que los oceánicos remontaron y derrotaron de forma incomprensible ante los de Heineke Meyer.  Hoy, tras una hora jugando a merced de Australia, que le contagió un ritmo al que no saben adecuarse los sudafricanos, un arreón de dignidad en los últimos diez minutos les bastó para remontar e incluso sacar el punto bonus ofensivo con ensayos de Lambie y dos del capitán De Villiers, desaparecido hasta ese tramo final.

Con el torneo sentenciado virtualmente para Nueva Zelanda, ganar a Australia era una cuestión de orgullo para una Sudáfrica que lo había pasado mal ante Argentina (sobre todo en suelo sudamericano) y que había cedido la ida en terreno oceánico. Pues fue el cuadro de McKenzie quien tuvo más ganas y salió más decidido. Concedió el ensayo de Coetzee: manual sudafricano de cómo rematar un maul. A su manera, Australia no sólo resistía sino que además se iba al ataque con alegría. Así, una internada de Kuridrani dejaba en bandeja el ensayo a Ashley Cooper para poner el 5-10 con el que daba la vuelta al marcador tras la transformación de Foley. Así se llegaba al descanso, con más fallos que aciertos en los locales. Justo lo contrario, para Australia.

Tras el descanso el ritmo incluso decreció. Pollard puso el 8-10 con un golpe de castillo para dejar a los Boks a tiro. Pero todo era un espejismo. Lambie, que había fallado un penalti muy sencillo sería quien concretara la remontada en el 69' con un drop cercano tras un buen trabajo de delantera. El partido era un tostón y parecía casi un sueño que Sudáfrica lograse el punto bonus ofensivo, necesitaba tres ensayos en 10 minutos... Y lo logró. Por mérito propio, y demérito visitante, cuya limitación es evidente bajando su intensidad al punto de permitir que De Villiers, Lambie y el propio capitán sudafricano, certificaran el 28-10. Un resultado para salvar el honor. Como lo será el intentar plantar cara a Nueva Zelanda en la última jornada. Y es que a los All Blacks les bastaría con ganar (bonus incluido) en Argentina horas más tarde para que el título quede ya resuelto.