DIABÉTICOS EVEREST 2014
Día 11: Azúcar con sal
El redactor y fotógrafo de AS Dani Sánchez acompaña a la expedición 'Diabéticos en el Everest 2014' al campo base (5.350 metros) del ochomil.
Estamos ya caminando de regreso por los pasos que dimos hace unos días. Somos los mismos que fotografiaban los yak y que ahora pasan casi de largo al verlos pastar. En todos queda la sensación agridulce de haber estado donde queríamos, pero no haber visto todo lo que soñábamos. El Everest, no es sólo una montaña. Es un nombre gigante que nos acompaña desde niños y del cual todos teníamos una imagen que queríamos completar. Sin embargo las nubes no nos han dejado verlo y regresamos confusos. Felices por haber caminado casi hasta sus pues. Tristes por no haberle visto la cabeza.
Hemos llegado donde queríamos pero queríamos más. Al fin y al cabo el campamento base del Everest era sólo un símbolo que se encuentra a una determinada altura. Pudimos quedarnos más arriba o bajar hasta el mismo lugar donde se colocan las tiendas. Ninguno de nosotros somos de esos que coleccionan trofeos. Queríamos vernos pequeños frene a él. Nada más.
Pero tampoco es la primera decepción. Ya nos echaron de aquel trabajo que tanto nos gustaba y ya nos negaron los besos en algún bar. Sin embargo nos seguimos divirtiendo. Hoy descendíamos hacia Pheriche (4.240m) a toda pastilla entre chaparrones de agua y canciones. No se sabe todavía que empezó antes. Y así continuaremos estos días caminando por donde días antes vinimos y disfrutando de este lugar tan increible. Despejando los dolores de cabeza y recuperando el sueño que nos abandonó con la altura. Cuando no nos vea nadie, miraremos hacia atrás por si todavía hay ocasión de recibir algún beso.