Australia logra una victoria agónica ante Sudáfrica

A cuatro minutos del final Australia acababa de perder una gran oportunidad de ensayo cometiendo una falta disciplinaria. Parecía que ahí morirían las opciones de triunfo locales, pero los hombres de Ewen Mckenzie sacaron a relucir toda su calidad en un último ataque que Rob Horne culminaría en un ensayo definitivo.

Con esta victoria en Perth, Australia se desquita del batacazo ante Nueva Zelanda y, se venga también de los Springboks, que se habían impuesto en los dos enfrentamientos de la edición anterior del torneo y que estaban obligados a ganar si querían seguir disputándole el liderato a Nueva Zelanda. La próxima semana tendrán ocasión de hacerlo personalmente, pero deben estar lamentándose por haber perdido una gran oportunidad de afrontar ese duelo con un pleno de victorias.

Los locales salieron en tromba y a los dos minutos ya habían ensayado. Hubo un fallo sudafricano en la recepción del saque de centro y los wallabies no desaprovecharon la ocasión. Trenzaron una jugada rápida que los visitantes frenaron mientras pudieron, pero que al final acabó en un pase de Matt Toomua para el siempre peligroso zaguero Folau, que llegó con mucha fuerza desde atrás y posó el balón en la zona de marca. Foley falló una transformación fácil y a partir de entonces los sudafricanos empezaron a asentarse en el campo. Morné Steyn convirtió un golpe de castigo y minutos después su equipo logró mover bien el balón para llevarlo hacia el ala derecho, donde Cornal Hendricks recibiría sin oposición y conseguiría ensayar. Al igual que Foley, Steyn también fallaría la conversión. Ninguno de los dos, sin embargo, volvería a errar un tiro a palos en el resto del encuentro. El partido entró en una fase en la que parecía no haber un dueño claro. Sudáfrica mostraba todo su potencial de la delantera en las melés y los rucks y obligaba a Australia a cometer varias faltas que el experimentado Steyn castigaba con puntos. Australia no conseguía encontrarse a sí misma, pese a que Foley mantenía vivos a los suyos con los tiros a palos. Las opciones de contraataque eran pocas, pues el balón era casi siempre pateado por los tres cuartos de ambos combinados.

 En la reanudación, el protagonismo ofensivo seguía perteneciendo a los medios de apertura. Foley pondría el 14-14 en el marcador en el 41’, pero tres minutos después Steyn lograba de nuevo una ventaja para su equipo. La renta aumentaría hasta el 14-23, gracias a dos golpes de castigo más transformados por Steyn. Sudáfrica estaba siendo superior y jugaba siempre en campo contrario. Australia era incapaz de quitarse la presión de encima con el juego a la mano y lo intentaba mediante patadas que no siempre resultaban efectivas. En el minuto 65 los locales lograron llegar a la zona de marca sudafricana pero Bryan Habana (que cumplía 100 partidos con los Springboks) frenó el ataque con un placaje alto y fue enviado al sin bin. Los wallabies aprovecharían la superioridad numérica para jugar en campo contrario. Foley reduciría la desventaja con un tiro a palos y los suyos se vinieron arriba. Sudáfrica, sin embargo, se defendió ferozmente y los ataques australianos morían a siempre a cinco metros de la línea de marca rival. La situación cambió en el minuto 77, cuando los tres cuartos locales consiguieron conectar entre ellos casi por primera vez en el partido. Folau, Beale (que había salido desde el banquillo), Foley y Kuridrani ejecutaron una sucesión perfecta de descargas que acabó en Rob Horne, quien, tras una genial finta, logró ensayar. Esta vez Foley no perdonaría y lograría dos puntos más para dar una ajustada victoria a Australia. Sudáfrica perdió el partido y el liderato del Championship.

Clasificación: 1. Nueva Zelanda, 12 puntos; 2. Sudáfrica, 9; 3. Australia, 6; 4. Argentina, 2.