Mireia acelera en el Velodrom, donde nadará 16 veces

Después de vivir una jornada redonda en su estreno en los Europeos de Berlín, y colgarse el bronce en los 5 kilómetros aguas abiertas, Mireia Belmonte cambió rápido el chip y apuntó un nombre en su cabeza: Velodrom. Esa es la piscina, que ayer recibió la visita de un reguero de nadadores, en la que espera convertirse en la reina del continente.

Mireia participará en siete pruebas y saltará 16 veces a la piscina. La única duda de su apretado programa es el relevo 4x200 libre, distancia que podría no nadar debido al cansacio. Ella reconoce que no tiene preferencias en las pruebas: “El calendario es ajustado y tengo las mismas opciones en todas las carreras. No sé qué pasará en el relevo. Decidirá el director técnico”, comentó Belmonte, quien estos días descansa en el Hotel Holiday Inn de Berlín, a escasos dos kilómetros de la piscina, alternando el relax con la piscina.

“No tengo presión porque ya llevo muchos campeonatos compitiendo a un ritmo alto y estoy acostumbrada. Solo tengo que disfrutar e ir día a día y ese es mi objetivo”, declaró la nadadora de la UCAM, quien reconoce sentirse “en un buen estado de forma”.

El reto para Mireia es claro: “La opción es bajar las marcas y a consecuencia de ello vienen las medallas”. Pero el calendario de finales le juega una mala pasada. Dos ejemplos: el jueves se nada de forma seguida la final del 200 estilos y la del 800 libre mientras que el sábado le coincide la final del 1.500 libre con la del 200 mariposa. Todas ellas pruebas de desgaste. Más retos para Mireia.