Manolo Camiña sigue haciendo milagros al frente del Cangas

Salvó la temporada anterior con un presupuesto que no llegaba a los cuatrocientos mil euros para todo el club, y para la 2014-15 el Cangas aún ha rebajado la cantidad, a 346.000 euros, de los cuales sólo 100.000 euros se destina a los sueldos de los doce jugadores profesionales de la primera plantilla tras una campaña en la que el club gallego acabó con ocho mil euros de superávit. Todos están de acuerdo que estos números y esta trayectoria obedecen al trabajo del presidente Manuel Camiña, que consigue una especie de milagro anual al meter al equipo en la élite con esos números.

“Nosotros siempre cumplimos con los jugadores. Pagamos lo que prometemos, aunque no siempre henos podido pagar las nóminas al mes porque a veces estás a expensas de que llegue el dinero institucional o de los patrocinadores y no tienes liquidez. Por eso siempre le digo a Pillo (entrenador) que cuando hable con un jugador le prometa que cuando acabe la temporada tendrá todo su sueldo, que eso si lo podemos cumplir”, afirma el más veterano de los presidentes de los clubes de la Asobal.

Muratovic, montenegrino, es la estrella de este equipo, que la campaña jugó sin contrato con el Cangas, sigue en el equipo en esta segunda época con los gallegos. “Muratovic ya es de Cangas, un gallego más”, asegura Camiña, y él se siente satisfecho con el trato que recibe: “Me había retirado por una lesión en Alemania, y prácticamente llevaba tres años sin jugar. Manolo me pincho para echar una mano la pasada campaña, no me fue mal, y repito. Ya no soy un niño, pero aún puedo echar una mano”. ¿Y cómo consigue un presidente que un jugador lo haga gratis en una competición profesional? “Es una pregunta, y sólo se puede contentar conociendo a Manolo”.

Camiña sabe quién es quién en el balonmano nacional e internacional, y siempre ha contratado figuras en ciernes que luego llegaron a estrellas, aunque ahora ha conseguido su sueño: jugar en la Asobal con un plantel de la cantera, “porque de los catorce gallegos de la plantilla sólo uno no es de nuestro área de influencia”, afirma el presidente, orgulloso además de dirigir al único club gallego en la Asobal “y el que más licencias federativas tiene”.

El entrenador, Víctor García, Pillo, exportero de alto nivel en los ochenta, “la meta es mantener la categoría” tras una temporada magnífica. Y la campaña será la decimocuarta del equipo en Asobal “un éxito, sin duda”, dice Camiña, enrolado en el club desde el origen, como jugador, como entrenador y como agitador para conseguir que sea el Cangas una de las imágenes de la Ría. Y otro éxito, el patrocinador, porque Frigoríficos Morrazo lleva apoyando al club 24 años y es, a día de hoy, el decano de los patrocinadores de clubes de la Asobal por su compromiso ininterrumpido.  Camiña lo tiene claro y es agradecido: “Ha rebajado la ayuda en los últimos años, porque la crisis nos ha tocado a todos, pero el día que diga basta le haremos la ola y le daremos las gracias porque por colaboración el Cangas ha podido competir incluso en Europa”.

Con el mismo plantel que el año anterior, con la única baja del alemán Felix Schmidl, que estuvo en Cangas para aprender español, suplido ya por otro de la casa, Edu Salazar, con Suso Soliño como eterno capitán en sus bodas de plata en el club a sus 39 años cumplidos, con el alcalde José Enrique Sotelo como un seguidor más impulsando la afición por el equipo, el Cangas más gallego de nunca espera llegar a los 2.000 socios, unos trecientos más que el año anterior, y repetir de nuevo otra temporada histórica.