Europeos: Zúrich abre una cita llena de estrellas del atletismo

En el Stadion Letzigrund, en la Badenerstrasse de Zúrich, van ya varios días de lluvia y humedad. Y apenas se rozan los 20 grados. Pero ese Stadion Letzigrund, el Letzi (30.000 espectadores, construido en 1925 renovado en 2007) tiene un halo especial: es la sede de la más famosa reunión atlética del calendario, la Weltklasse de Zúrich que organizaba el legendario Res Brügger. En la Weltklasse de 1988, y con unos estratosféricos 43.29, Harry Butch Reynolds­ liquidó aquí mismo las dos décadas del reinado del fabuloso récord mundial de 400 lisos que Lee Evans había impuesto en 1968, en el México del Black Power: 43.86. Historia pura.

Ya no están Reynolds­ y Brügge­, el organizador que en aquel 1988 destinó 840.000 dólares a premios para unos atletas entre los que iban Carl Lewis y Ben Johnson. Hoy echa a rodar en el Letzi el XXII Campeonato de Europa de Atletismo. Lejos de caribeños, africanos y estadounidenses, ese atletismo continental sí reluce con estrellas mundiales: Mo Farah, campeón olímpico, mundial y europeo en 5.000 y 10.000 metros. El pertiguista francés Renaud Lavillenie, autor del salto más alto de siempre: 6.16 metros, plusmarca mundial bajo techo. Además, los gigantes de la altura, Bondarenko, Ukhov y Protsenko buscarán el oro en cotas mareantes, sobre los 240 centímetros. Además, regresa Blanka Vlasic, la campeona croata que gobernaba la altura femenina hasta su lesión de 2012.

Españoles. Sin lebreles africanos, España planea una cosecha “entre cuatro y seis medallas”, según calcula el director técnico, Ramón Cid. Por ahí andarán Ruth Beitia, Miguel Ángel López, Manuel Olmedo, Víctor García y, quizá, Borja Vivas y Sebastián Martos. Todos en el viejo, entrañable Letzigrund, la perla de la Badenerstrasse y de Andreas Brügger.