Qatar espera ofrecer a los fans “un Mundial que sea memorable”

Lleva más de diez años invirtiendo en el balonmano, el segundo deporte del país, y ahora se prepara para vivir su gran acontecimiento: el Mundial de Doha, en enero de 2015, donde Qatar echará el resto para que una imagen de modernidad contrarreste la polémica del Mundial de fútbol de 2022. Thani Al Kuwari es el comisionado del balonmano, y asegura que su país ofrecerá “un Mundial memorable”.

Será el primero que se dispute entero en una sola ciudad, Doha, la capital, con lo cual los jugadores están más que satisfechos al evitar los dos o tres viajes habituales en los 17 días de competición.

Y, además, la IHF apuesta por una idea innovadora: con cuatro pabellones modernos en los que jugar, la cancha de cada encuentro vendrá definida por la demanda y el interés que despierte en los aficionados. De esta manera, los partidos más interesantes se programarán en las instalaciones con mayor aforo y casi al día.

En este momento sólo está terminado el Aspire Dome, con capacidad para más de 15.000 espectadores, que se recogerá para el balonmano y dejará sólo la mitad del aforo.

Con la IHF Super Globe de septiembre, el Mundial de clubes, se estrenará el Qatar Complex, la sede de la Federación, con capacidad para 5.500 espectadores, con dos canchas, una residencia para 120 jugadores, oficinas, restaurantes... Y en noviembre se inaugurarán el Al Saad Sport Hall (7.700 espectadores), que tras el Mundial pasará al club Al Saad, y el Lusail­ Multipurpose Hall, con una capacidad para 15.300 espectadores y un uso polifuncional, incluso preparado para poder jugar al hockey sobre hielo en pleno desierto.

Los alojamientos para las delegaciones de los 24 países participantes aún no están cerrados, pero la variedad de ofertas es de hoteles de cinco estrellas en casi todos los casos. Qatar espera que las delegaciones vecinas de Bahrein, Irán y Emiratos Arábes ayuden en ambientar el torneo.