Voley Playa | Paula Soria y Ángela Lobato
“Liliana y Elsa son el espejo; soñamos llegar a su nivel”
Ganaron la prueba del Madison, y faltaron a la de Laredo porque jugaban el Mundial Universitario donde lograron la medalla de bronce. Son subcampeonas de Europa Sub-23.
—¿Tan buenas son ustedes que lo ganan todo?
—Ángela: A nosotras también nos sorprenden nuestros resultados. Es cuestión de mucho trabajar, de competir, y de dedicación.
—¿Quién les colocó juntas para que sean ahora una de las parejas de moda?
—Paula: Nosotras nos conocíamos de competir en cadetes y juveniles, de ser rivales. Luego coincidimos en la concentración de la Federación en Tenerife y estuvimos dos años juntas, aunque por motivos de estudios lo dejamos, y hace sólo dos hemos vuelto a ser pareja. Ángela estudia Educación Física y yo, ahora, Criminología, ambas universitarias.
—¿Hasta dónde pueden llegar en un futuro próximo?
—Ángela: Formamos una pareja muy homogénea, porque nos compenetramos bien y nos ayudamos mucho. Paula, con su 1,80 metros, se dedica más a la red, y yo, con 1,75, detrás. Pero lo importante es que nos entendemos bien. Creo que en condiciones normales hay pareja para tiempo, para ocho o diez años por lo menos.
—Vamos, que ustedes serán las que jubilen a Liliana y a Elsa, nuestra bandera.
—Paula: Eso es complicado. Ellas son muy buenas, y en España no tienen competencia. Nos hemos medido en dos ocasiones en partidos oficiales, y en uno jugamos mal, y en otro menos mal, y perdimos los dos encuentros. La verdad es que ellas tienen un ritmo de juego superior, y en este momento son el espejo de todas las parejas femeninas españolas. Llegar a su nivel es un sueño.
—Pero ustedes están en esa línea.
—Ángela: Nosotras no sabemos hasta dónde podemos llegar, aunque por ahora a ellas las vemos un poco lejos y no son nuestro objetivo inmediato. De momento se trata de mejorar, de sacarnos más rendimiento, y tenemos la suerte de que la Federación Española nos está moviendo y esas oportunidades internacionales las aprovechamos para mejorar nuestro juego. De alguna manera creo que estamos cumpliendo.
—¿Qué es lo más duro?
—Paula: Los viajes. Andar de arriba para abajo. Creo que hay que tener una enorme concentración para llevarlo bien.
—¿Cómo llevan que el voley playa femenino sea tan atractivo por la poca ropa que visten?
—Ángela: Nos gusta que haya público en las gradas, y más que por nuestros cuerpos consideramos que vienen a vernos por nuestras habilidades. No sé antes, pero ahora la gente que viene a los partidos lo hace para disfrutar del juego y son aficionados.