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RUGBY | SUPER XV

Waratahs ganan a Crusaders y suman su primer título

Los australianos entran en la historia del torneo en un tremendo partido (33-32) ante los heptacampeones, que habían remontado una desventaja de catorce puntos.

Los Waratahs, nuevos campeones del Super Rugby.
Planet Rugby

La franquicia australiana de Waratahs culminó su gran temporada con el primer título de Super Rugby de su historia, que logró en Sydney, ante su afición. Sufrieron muchísimo para conseguirlo. Sabían que no sería fácil. Enfrente tenían a Crusaders, su particular bestia negra y campeones en siete ocasiones del torneo. De hecho, en el minuto 78 los australianos perdían por dos puntos. El árbitro decretó un golpe de castigo a favor de los locales. La posición era lejana, pero el capitán Michael Hooper no dudó y pidió el tiro a palos. Bernard Foley, un tanto errático en el partido, no falló esta vez y logró los tres puntos de la victoria.

Vendaval australiano. Antes, se había disputado un partido tremendo, de ritmo frenético y con mucha igualdad. Empezaron dominando claramente los Waratahs. Poderosos en la conquista del oval, desplegaban su juego de rápidos pases. En una de estas acciones colectivas llegó el primer ensayo de Ashley-Cooper. Tras la marca, los australianos siguieron siendo los dueños del partido y los Crusaders no eran capaces de arrebatarles el balón. Lo intentaban, pero cometían constantes infracciones que Foley castigaba con sus tiros. En un cuarto de hora el marcador reflejaba un 14-0.

Kieran Read, capitán de los Crusaders, arengaba a los suyos para que despertaran. Lo hicieron en el minuto 17 cuando Matt Todd culminó un gran contragolpe en el que hubo dos descargas de mucha calidad. El partido entró a partir de entonces en una lucha constante en las fases de conquista y nadie parecía ser capaz de llevar el peso del juego. Faltas constantes que, Foley por parte de los Waratahs, y Carter (hasta que se lesionó a la media hora) y Slade por parte de los Crusaders se encargaron de convertir en puntos. Los visitantes habían conseguido reducir la desventaja a la mitad: 20-13 al descanso.

La leyenda del campeón. Los Crusaders salieron al descanso con otra mentalidad. No podían estar todo el partido afrontando las embestidas aussies y saliendo al contraataque. Debían atacar y abrir el campo. En el minuto dos ya habían ensayado. Una jugada en la que demostraron que no solamente los Waratahs saben jugar con descargas constantes. La culminó Nadolo, que se llevó por delante a dos rivales e igualó a Folau como jugador con más ensayos del torneo (12). Corin Slade convirtió la marca y puso el empate a 20. El medio de apertura neozelandés acertó en los siete tiros a palos que intentó e hizo olvidar la lesión de Carter.

La franquicia neozelandesa tiró de oficio y llegó a ponerse en dos ocasiones por delante gracias a los tiros a palos. Los locales parecían lamentarse por la remontada de los heptacampeones: no estaban siendo capaces de amenazar como antes a la defensa neozelandesa. Sin embargo, a la hora de juego, de nuevo Ashley-Cooper culminó una buena acción de su equipo y devolvió la ventaja a los locales. El partido estaba muy igualado. Los choques en los rucks eran tremendos y las infracciones, constantes. A falta de cinco minutos para el bocinazo final Slade conseguía el 30-32 para los Crusaders. El fantasma de las finales de 2005 y 2008 se aparecía por el ANZ Stadium de Sydney, pero Foley, que había fallado antes una patada casi decisiva, se encargó de que no materializara. Los Waratahs se habían tomado la revancha y, de paso, entraron el club de los campeones del Super Rugby.