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Mundial de rugby femenino

Las Leonas del rugby van a luchar por la conquista de París

España, un equipo totalmente amateur, contra la élite femenina. Las jugadoras asumen un gran sacrificio: “Para jugar, algunas han renunciado a sueldo o han hecho horas extras”.

Las capitanas de las 12 selecciones, con Ana María Aigneren (segunda por la derecha).

Las Leonas, como se conoce a la Selección de rugby femenino, afrontan desde hoy el reto del Mundial de París, con la ilusión de hacer un gran papel en su quinta participación y mejorar el sexto puesto de 1991. Es la motivación para luchar por un deporte amateur, de muchas horas de trabajo, de renunciar a las vacaciones y a estar con sus familias. Mari Sequedo juega de pilier: “Soy profesora y eso me ha facilitado el poder viajar, pero es difícil porque a veces tienes que devolver los días. Hay gente que debe renunciar a sus vacaciones para estar aquí”.

El tema laboral ha sido el gran obstáculo para muchas, como explica Ana María Aigneren, la capitana: “Una compañera no pudo venir a la concentración porque el cómputo de días libres no se lo permitía, otras hacen horas extras para poder coger mes y medio, y hay algunas que hasta asumen pasar un mes o dos sin sueldo”. En julio las seleccionadas se concentraron en Valladolid y en Madrid durante todo el mes y ahora afrontan 15 días de competición.

Otras, como Berta García, son de las pocas afortunadas que al estar en el Seven (modalidad olímpica) puede centrarse sólo en el rugby. Helen Roca, la más veterana, se refiere al ámbito personal y explica que sus parejas las apoyan “porque lo comprenden”.

Pese a lo minoritario del rugby y más entre las mujeres (en España no se llega a las 1.700 licencias por las más de 560.000 de Inglaterra), Aigneren explica cómo se engancharon a este deporte: “Empecé por curiosidad. Fui a ver a mi hermano a un partido. Me gustó y quise probar. A la gente le tenía que explicar que no era fútbol americano...”. “Es a nivel universitario donde se suele captar a la gente en España. Yo empecé viendo a chicos y me metí con ellos hasta que formamos un equipo femenino”, cuenta Elena Roca. El caso de África Félez reafirma esta teoría. Con 22 años es universitaria, una de las benjaminas de la Selección, pero lo tiene claro: “Tenemos que ponernos las pilas y dar lo máximo para aportar al equipo”.

Ambiciosas. Las españolas no piensan conformarse con haber vuelto al Mundial, tras dos ausencias, sino que quieren llegar lo más lejos posible tras una fase de clasificación inmaculada. Para ello deberán afrontar una primera fase frente a Inglaterra, Canadá y Samoa. “Llevamos todo el año preparándonos, renunciando a muchas cosas... Vamos a por todas”, asegura Sequedo. Aún así, reconocen que “Nueva Zelanda es la favorita”. No es mal pronóstico. De seis Mundiales disputados, las oceánicas han ganado los últimos cuatro.