Portugal deja a la Selección sin Europeo en Alcobendas

Se suele decir que la venganza es un plato que se sirve frío. Portugal tenía grabado esto a fuego. Los lusos  saltaron a la pista del Pabellón Amaya Valdemoro sin ninguna opción matemática de conseguir el título. La victoria de Italia ante Francia unas horas era la culpable. Un resultado que además obligaba a España a ganar si quería alzar su octavo entorchado continental consecutivo. Pero hubo empate (6-6).

Aún rondaba la mente de cada portugués la trágica jugada de hace dos años en la que Jordi Bargalló deshizo un empate a cuatro a falta de menos de diez segundos para el final del encuentro. Un gol que permitió a España convertirse en campeona de Europa precisamente en territorio portugués. Qué mejor manera de vengar aquella ofensa que impidiendo que Alcobendas viese a sus jugadores levantar el título de campeón. Así salió Portugal, desatada y decidida a tumbar por la vía rápida a los anfitriones.

España fue despertando, la tónica de todo el Europeo, a base de golpes pero llegó al descanso 1-2 abajo.Los italianos en la grada se mordían las uñas. Si España no ganaba serían campeones.

Malián, de los mejores de los suyos, no evitó que Portugal se marchase dos tantos arriba  (2-4) tras el empate español, ya en el segundo tiempo. Otra vez a remar, cada vez menos tiempo y el título acercándose peligrosamente a las manos italianas.

Heroicamente en 30 segundos la Selección empató (4-4), Portugal asestó dos golpes (4-6) más que Pedro Gil contrarrestó. Un déja-vu planeaba en Alcobendas, 30 segundos, y un gol separaba a España de un nuevo título, pero no llegó, esta vez no, e Italia alzó el tercer Europeo de su historia, el primero desde el año 1990.