Quinta victoria de la Selección en la Liga Europea, 1-3

Como en un calco del primer partido, Grecia anotó el primer set. Las españolas saltaron al campo sin las cosas claras y no les salían las jugadas que intentaban. Las locales dominaban claramente en la red, donde consiguieron varios bloqueos y block-outs. Si la distancia en el marcador no pasó de unos pocos puntos fue por algunos errores de puntería de las griegas y fugaces muestras de inspiración en el lado español. España todavía tenía su juego en la recámara, esperando la oportunidad de poder mostrar el durísimo trabajo de preparación que está desarrollando. En el 19-13, Saurín efectuó el doble cambio de colocadora y opuesta, dando entrada a Danira Costa y Mireya Delgado. Tampoco esta formación consiguió parar a una plantilla griega con mucha más continuidad y mejores respuestas de ataque que en el partido precedente, aunque con menor eficacia de bloqueo. España les quitó varios puntos de set pero no pudo evitar el 25-19.

La resistencia ofrecida al final del primer set sirvió a las españolas para afrontar el segundo con más complicidad entre ellas. Eso hizo mella en la seguridad mostrada hasta el momento por Grecia, y fueron las españolas las que llevaron la batuta durante todo el parcial. España parecía haberse inyectado en el cambio de campo una dosis de garra y ambición, lo que descolocó a las jugadoras locales, cuyos errores se volvieron más frecuentes y no cesaron pese a las sustituciones con las que Kalmazidis intentó frenarlos. El engranaje hispano había comenzado por fin a funcionar, y el punto 13 fue el último que anotaron las griegas: a partir de ahí, España sumó nada menos que diez tantos consecutivos, con Amelia Portero al saque, para cerrar el set por la vía rápida (13-25).

Encontrado al fin el juego que las caracteriza, las jugadoras españolas se enfrentaban al reto de continuarlo en el tercero. Era de esperar que Grecia no se lo pusiera fácil. Despertadas las helenas de su letargo, volvieron a la carga con buenas acciones de ataque y pronto se pusieron por delante. En la segunda mitad del set salieron al lado español caras nuevas, como Alba Sánchez y Carmen Unzúe, buscando cambiar el curso que estaban tomando las cosas. Y poco después llegó el que quizá fue el punto de inflexión de este encuentro: el milagro de la remontada. Se pudo ver una muestra de lujo de la tenacidad de las “leonas” que, de nuevo con Amelia Portero al saque, anularon una ventaja de ocho puntos de Grecia para ponerse iguales a 19. Tras ese gran esfuerzo, ya no permitieron que el set se les fuera de las manos. Las españolas obsequiaron con un juego variado, distribuido con ingenio por María José Corral, y anotaron el 21-25 sin dejar ningún resquicio de esperanza a las griegas.

La tensión se palpaba en el lado griego en el último set. España dominaba con alegría y determinación y supo imponer su ritmo. Las locales se mantenían al acecho con sus últimas ilusiones de seguir en el partido (7-8), pero su atención y acierto estaban lejos de los de las españolas. Caro, Corral, Segura… todas pusieron su granito de arena en una actuación grupal mucho más cohesionada que la de la jornada anterior (17-9). Cuando comprendieron que eran prácticamente inalcanzables para las griegas, que habían salido totalmente del partido (11-21), se relajaron y zanjaron fácilmente los últimos puntos de un partido que dejaba claro su afán luchador y la gran mejora que han experimentado desde las primeras jornadas.

Después de este pleno de victorias ante Grecia en los cuatro partidos que ha disputado contra el conjunto heleno, el equipo de Pascual Saurín se enfrentará a Polonia en la próxima jornada de Liga Europea en Koszalin (11 y 12 de julio).