La F1 del mar llega a Ibiza

Con cinco toneladas de peso, 13 metros de eslora y dos motores de 850 caballos, los Class-1 son lanchas a motor fuerabordas que, literalmente, vuelan sobre el agua a más de 250 kilómetros por hora. Un auténtico espectáculo, lo más parecido a la Fórmula Uno sobre el agua, y que los habitantes y visitantes de Ibiza podrán disfrutar entre el cinco y el siete de septiembre. Y no será ésta una prueba de exhibición, sino que es una carrera que puntúa para el UIM Class-1World Powerboat Championship, el campeonato del mundo de este tipo de embarcaciones.

Ésta será la primera vez que la isla de Ibiza acoja esta prueba y la intención es que siga acogiéndola hasta 2018. De hecho, éste es un acontecimiento inédito no sólo en la isla sino también en todo el territorio nacional: por primera vez esta tipo de fuerabordas surcarán aguas españolas. En 2013, por ejemplo, la prueba mediterránea se celebró en aguas italianas. Daniel Gómez, CEO de la empresa organizadora del evento (Ibiza World Championship), aseguró que este será “un evento sin precedentes en España” y un “elemento dinamizador del turismo de la isla”. De hecho, uno de los grandes objetivos de los organizadores es “convertir a Ibiza en la capital mundial de la motonáutica” algo que, según sus previsiones, no parece descabellado: 400.000 personas lo presenciarán in situ, mientras que más de 300 millones lo seguirán en todo el mundo a través de televisión, prensa e Internet.

Pero el fin de semana del Ibiza World Championship va más allá de la prueba de Class-1. Es la categoría reina del evento, pero las motos de agua, Aquabike, también tendrán su presencia: habrá pruebas de runabout, skidivision y freestyle con la participación de riders de la talla de Nacho Armillas, campeón de España. Éstas se realizarán en un paraje privilegiado, lo más cerca de la playa posible, para que puedan presenciarlo el máximo de personas posibles. La prueba de Class-1 se realizará en la platja d’en Bossa, un anfiteatro natural en el que se marcará un circuito de seis millas náuticas. Al más puro estilo del GP de Mónaco de Fórmula Uno, habrá una línea de fondeo para quienes quieran ver la prueba desde el agua.

Y es que al igual que su homólogo en coches, el campeonato mundial de Class-1 es una competición glamorosa. La organización tiene muy en cuenta este factor y quiere promocionar el ‘lifestyle’ de Ibiza: las pruebas se realizarán cerca de la Marina de Ibiza (sede de los equipos participantes), donde hay una gran oferta de ocio y gastronomía de alto nivel. Pese a ello, la organización manifestó su voluntad de que todos los habitantes de la isla puedan acercarse a vivir este espectáculo y harán una rúa con las embarcaciones por el centro de Ibiza.