Javier Sotomayor volvió a temblar . Esta vez en Nueva York, en una nueva etapa de la Diamond League. Los protagonistas del asalto a su plusmarca (2,45 metros) fueron el qatarí Mutaz Essa Barshim y el ucraniano Bohdan Bondarenko. Resistió el Soto , pero por primera vez en la historia de la prueba de salto de altura, al aire libre, dos hombres superaron los 2,40 metros. Y por primera vez en la historia esos dos saltaron 2,42 y, por primera vez en la historia, de nuevo, dos hombres atentaron contra esos 2,45 del saltador de Matanzas. Pero ninguno de ellos pudo con 2,46. El que más cerca estuvo fue Barshim.
El qatarí falló en 2,44 y luego empleó sus otros dos saltos en 2,46, con sendos nulos. Bondarenko ganó con 2,42 (récord europeo igualado), renunció a 2,44 y derribó por tres veces en 2,46, con cierta claridad. Sotomayor resistió, pero el jaque mate está sobre la pista. Es cuestión de tiempo.
En lanzamiento de peso la neozelandesa Valerie Adams consiguió su victoria consecutiva número 50. Tiene la racha triunfal más larga de los atletas actuales. Ninguna otra lanzadora puede inquietarla. Ayer no rompió la barrera de los veinte metros (llegó a 19,68) pero le bastó para conseguir ese medio centenar de victorias seguidas. Un portento.
Volvió a competir el keniano David Rudisha, plusmarquista mundial de 800 metros, tras su fracasado regreso a la competición después de casi un año de lesiones. Ganó con facilidad, pero con un tiempo que sigue siendo discreto: 1:44.63.
En velocidad la noticia estaba en el regreso a la Diamond del jamaicano Yohan Blake, tras superar una lesión. Salió muy mal y fue segundo en los 100 metros con 10.21 (viento en contra de 1,9), batido por su compatriota Nesta Carter. Atención a los 19.82 del jamaicano Warren Weir en los 200 metros (brisa de cara de 0,2), por delante de su paisano Nickel Ashmeade (19.92).
El único español en competición, Frank Casañas, discóbolo de origen cubano, hizo tres lanzamientos nulos.