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BALONMANO | LIGA ASOBAL

Valladolid desciende tras 36 años y camina a la desaparición

El triunfo frente al Guadalajara (22-19) no bastó al ganar Puerto Sagunto a Aranda. Con 1,5 millones de euros de deuda, acecha la liquidación.

Valladolid desciende tras 36 años y camina a la desaparición

El Cuatro Rayas Valladolid se despidió de la liga Asobal, por primera vez en 36 años, con una victoria por 22-19 ante el Guadalajara, que de poco le sirvió al ganar el Puerto Sagunto por un contundente 40-21 al Villa de Aranda, en un partido marcado por la situación traumática de un histórico de la máxima competición nacional. El otro equipo que baja es el Bidasoa Irún.

El equipo vallisoletano debutó en División de Honor en 1978, tras conseguir el ascenso desde Primera frente al Academia Octavio y, desde entonces, siempre consiguió mantenerse en la categoría, si bien el pasado año también estuvo al borde del descenso, que finalmente evitó tras imponerse al Atlético de Madrid en el último encuentro liguero.

Ese debut en la máxima categoría del balonmano se produjo, primero, inscrito como ACD Michelín, que dio nombre al equipo hasta que en 1991 se fundara el Club Balonmano Valladolid, que compitió en la liga Asobal desde su inicio para ir de menos a más, logrando durante varios años la tercera plaza liguera (temporadas 2008/09 y 2009/10), que supuso la mejor clasificación de su historia.

En esos comienzos, Manolo Cadenas fue el encargado de dirigir al equipo vallisoletano que, en la temporada 94/95 protagonizaría un encierro de 16 días en los vestuarios del polideportivo Huerta del Rey, en protesta por la situación económica del club, que finalmente se solventaría gracias a la generosidad de socios y simpatizantes. 

En la siguiente campaña, Juan Carlos Pastor tomaría el relevo de Cadenas en el banquillo, donde permaneció durante casi dos décadas, hasta que, al finalizar la pasada temporada, tomara la determinación de dejar su club, su ciudad y su familia y salir fuera de España, para dirigir al Pick Szeged húngaro. 

El técnico vallisoletano supo dar al BM Valladolid un nuevo impulso para, en 1997, debutar en competición europea, concretamente, en la Copa EHF, donde alcanzaría los cuartos de final y en la que, sólo dos años después, lograría llegar a la final, si bien cayó ante el Magdeburgo alemán.

Esa experiencia supondría un punto y seguido para los vallisoletanos, que en el año 2000 disputarían la primera final de la Copa del Rey ante el Barcelona y que, en 2002, conseguirían su primer título, al vencer por 28-27 al cuadro azulgrana en la final de la Copa Asobal disputada en Valladolid.

Fueron los años más gloriosos del conjunto morado, que sumaría dos títulos de Copa del Rey a su palmarés en 2005 y 2006 -año este último en el que también se proclamó subcampeón de la Recopa de Europa- y que, en 2007, a punto estuvo de alcanzar la final de la Liga de Campeones, de la que le separó un sólo gol ante el Flensburg alemán. El BM Valladolid lograría disputar dos temporadas más la máxima competición continental, en la 2009/10 y la 2010/11, ya con el título de la Recopa de Europa en sus vitrinas, el cosechado en 2009 ante el Nordhorn alemán en una final agónica y muy sufrida.

Esa trayectoria ascendente se mantendría hasta hace dos campañas, en la que los vallisoletanos finalizaron la liga Asobal en la cuarta plaza, pero los recortes en el presupuesto y los numerosos problemas en forma de lesiones la cortaron de raíz en la anterior y se ha prolongado en ésta, con Nacho González, el entrenador más joven de la historia de Asobal, al frente de un equipo mezcla de gente veterana y jóvenes.

Ha sido el año más duro para un equipo con una destacada trayectoria, uno de los históricos de Asobal, que ha sufrido deportiva -con la grave lesión de Pablo Cacheda en pretemporada, que trastocó el planteamiento de González- y económicamente -con la entrada del club en concurso de acreedores-.

Oscar Simón, que sustituyó en la Presidencia del club a Dionisio Miguel Recio, para intentar hacer frente a la deuda de 1,8 millones de euros dejada por la anterior directiva, finalmente fue incapaz de dar un nuevo impulso a la entidad y tuvo que solicitar el concurso de acreedores.

Tras una campaña con numerosos problemas en forma de lesiones y también extradeportivos, el BM Valladolid ha terminado descendiendo, lo que supondrá casi seguro la liquidación del club, cuya deuda aún supera el millón y medio de euros la cual, en otra categorías que no sea Asobal, lo hacen prácticamente inviable, aunque algunos amantes del balonmano en Valladolid ya piensan en empezar de nuevo desde categorías inferiores.