Bádminton | Europeos
Carolina y Bea, a por la primera medalla española en Europa
Llegan a los Europeos como número uno y tres del ranking. España nunca ha subido a un podio internacional absoluto en bádminton. Pueden ser las primeras.
El bádminton es un deporte joven en España, apenas con 40 años de historia. Pero su popularidad aumenta, siendo cada vez más frecuente verlo en los colegios y sus licencias se han duplicado en la última década (en 2013 rozaba las 7.000). Ese desarrollo se ha visto traducido en la irrupción de los españoles en la élite. Desde mañana se celebra el Europeo en Kazán (Rusia) donde España aspira a la primera medalla internacional absoluta de su historia (Europeos y Mundiales).
Dos chicas acaparan la responsabilidad. La onubense Carolina Marín, de 20 años, parte como primera cabeza de serie, y la madrileña Beatriz Corrales, de 21, tercera. “¿Presión? No, es una oportunidad”, coinciden. Y su técnico, Fernando Rivas, lo ratifica: “¡Qué importante sería estar en el podio europeo!”. Pablo Abián será el representante masculino y Jesús Lorenzo y María Márquez en dobles mixto.
Desde la Federación se han promocionado programas (como Vuela con el bádminton o Se busca campeón) para captar a los talentos españoles con los que hacerse un hueco en un deporte de origen indio, olímpico desde Barcelona, y mundialmente dominado por Asia. Las tres primeras del ránking mundial (de parecido funcionamiento al tenis) son chinas, y las diez primeras, asiáticas.
Dedicación. Carolina, que cambió a los ocho años el flamenco por la raqueta, es la 11ª y ha llegado a estar entre las diez primeras. Un hito (como sus cuartos de final del Mundial) ya que entre las 25 mejores sólo hay tres europeas. Le acompañan Beatriz, 25ª, y la escocesa Gilmour, la gran amenaza en Kazán, 17ª. Las dos españolas han preparado el torneo continental en Dinamarca, otra de las mecas de este deporte. “Lo practica mucha gente y de todas las edades”, relata Carolina, que juega en la liga danesa en las filas del Odense (Beatriz lo hace en el Chambly francés).
Trabajan duro para llevar a España a la élite de un deporte espectacular (el volante supera los 400 km/h) y completo, muy recomendable para los jóvenes. Aunque la cima requiere sacrificio, como bromea Beatriz: “Hay días que terminamos agotadas y decimos: ‘¿Por qué elegiríamos el bádminton?”. Una medalla, la mejor recompensa.