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MUNDIALES INDOOR

España retrocede 27 años en sus resultados en estos mundiales

Todo ha salido mal en este Mundial indoor, todo salvo el metal de Ruth Beitia, que es casi infalible y que bien pudo ser de oro si no hubiera hecho nulos en 1,98 metros.

Ruth Beitia (derecha) junto a la rusa Kuchina (centro) y a la polaca Licwinko .
Ruth Beitia (derecha) junto a la rusa Kuchina (centro) y a la polaca Licwinko . Reuters
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Otro paso atrás del atletismo español. Cuando parecía que levantaba la cabeza, la agachó. Una sola medalla, de bronce, y ningún otro finalista en Sopot (Polonia). Y una de las participaciones más escasas de la historia. Todo ha salido mal, salvo el metal de Ruth Beitia, que es casi infalible y que bien pudo ser de oro si no hubiera hecho nulos en 1,98 metros.

Nada que objetar a su actuación, sino todo lo contrario, pero que el único éxito de la Selección en la ciudad polaca lo haya conseguido una atleta de 34 años, que hace poco había decidido colgar las zapatillas de clavos, habla bien a las claras de la situación actual. Ella es una joya, eso está claro.

España nunca había tenido un solo finalista en los Mundiales en sala. La peor cifra se produjo en Indianápolis 1987, nada menos, con tres. Era la primera edición de esta competición. Los resultados han retrocedido 27 años.

El récord de medallas se alcanzó en Birmingham 2003, con media docena, incluido un oro de Manolo Martínez en lanzamiento de peso. Hubo platas para Alberto García y Marta Domínguez en 3.000, para Yago Lamela en salto de longitud y para Glory Alozie en 60 metros vallas, y bronce para Mayte Martínez en 800.

Allí hubo once finalistas, sólo uno menos que en la edición de Sevilla 1991, en la que, además, se alcanzaron cuatro medallas. Cifras que en estos momentos parecen cosa de otra galaxia.

Aquella era la edad de oro; esta es la de plomo. Ramón Cid, director técnico de la Federación Española, tiene un duro trabajo por delante.

Ha habido atletas lesionados y que no han podido acudir a la Selección, cierto, aunque la mayoría de ellos tampoco hubieran alcanzado las finales, y otros que han renunciado pensando en los Campeonatos Europeos de Zúrich, en el verano.