Farrell lanza a Inglaterra ante Gales y llegó la Triple Corona

Inglaterra tuvo su venganza ante Gales, a la que sacó de la lucha por el VI Naciones. Además, adornada por la Triple Corona (por haber ganado al resto de equipos de las Islas) lo cual da aún más trascendencia a aquel ensayo de Fickou en París con el que fue derrotado por Francia. Sin esa jugada tendría incluso el Grand Slam a sólo un paso... pero aquel triunfo del Gallo deja en realidad el Torneo al alcance de Irlanda. Si el Trébol no falla en París ganará el VI Naciones, salvo que Inglaterra venza en Roma por 49 puntos más que los de Joe Schmidt. Mejor esperar que Francia dé la sorpresa.

Conscientes de lo que había en juego, Inglaterra y Gales saltaron a Twickenham con mucha intensidad. Se jugaban más los de Lancaster, especialmente prestigio ante su afición, herida por la paliza del pasado curso en Cardiff. Y tardó poco en aparecer el hombre que ha cambiado a La Rosa en el verde, su medio melé Danny Care, para firmar un ensayo de listo a los cinco minutos. Inglaterra ya estaba por delante. Comenzaba un intercambio de golpes táctico. Los pateadores Farrell y Halfpenny monopolizaban el primer tiempo. Cada fallo, cada golpe de castigo, suponía tres puntos al zurrón para cada uno. Al Dragón le costaba encontrar su juego abierto y en Inglaterra no se notaba tampoco la superioridad del pack, neutralizado a la perfección por el galés. Farrell metió con una patada táctica a Gales en su cueva, que falló en el saque de touche y Burrell acabó posando un pase magnífico con el pie de Twelvetrees. Con el 20-6 en el 30' Twickenham se frotaba las manos. Pero Gales es el actual campeón por algo, y en diez minutos aprovechó, gracias a su presión, tres fallos de La Rosa para que Halfpenny colocara el 20-15 en el último segundo. Cinco golpes y cinco aciertos. No quería fallar, su país le necesitaba en un día tan importante.

El duelo de pateadores se extendió al arranque de la segunda mitad. Más imprecisiones, más pateo (sin fallo) de ambos, Farrell y Halfpenny. Con una diferencia, el apertura inglés movía a su equipo y con varias patadas tácticas a la espalda de la zaga galesa lanzaba a Inglaterra a campo rival. Todo le iba a la perfección. Más aún cuando en el 53' Jenkins vio la amarilla por reiteración de infracciones en la melé e Inglaterra jugase 10 minutos con un hombre más. No pudo aprovechar este tramo para hacer más grande su renta pero sí que ganó tiempo y confianza. El Dragón intentó, de forma muy aislada, abrir el campo, irse a por el partido, pero topaba con la defensa local, animada por Twickenham. Con un golpe de castigo de Farrell (que hizo 19 puntos) se cerraba el 29-18. Un marcador que deja bien claro que el Dragón ya no es tan fiero o al menos tan superior al resto. No jugó mal, pero ante la nueva Inglaterra hay que ofrecer más rugby.

Ahora toca sacar la calculadora: Irlanda depende de sí mismo y es clara favorita. Si gana en París, será campeona. Salvo que Inglaterra venza en Roma por 49 puntos más que el Trébol. Si pierde en París, Inglaterra será campeona ganando en Roma, salvo que el Gallo venza a Irlanda por 29 puntos más que Inglaterra en Italia (algo muy poco probable). Francia tiene la llave pero ganar el Torneo sería un milagro.