Esquí | Kilómetro Lanzado
Jan Farrell acelera tanto como un Porsche 911 de 520 caballos
En el kilómetro lanzado se pasa de 0 a 100 km/ en 3,2 segundos. El británico afincado en Madrid desde hace 25 años es una de sus máximas estrellas.
Suena a farol, a bravuconada, que alguien pueda decir que es tan rápido como un Porsche. Más aún como un Porsche 911 Turbo, la última y salvaje versión de la mítica serie de la marca alemana: puro nervio rojo con 520 caballos y tracción integral. Potencia desbocada en un envoltorio de 180.000 euros. Una máquina que se pone de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos… Más o menos lo mismo que tarda un deportista en alcanzar esa velocidad en la prueba del kilómetro lanzado en esquí. “Esta es la especialidad deportiva no motorizada más rápida que existe. Podemos alcanzar los 100 en menos de cuatro segundos. Una media de 3,4 y hasta 3,2 si estamos en una pista muy inclinada”. Los datos los da Jan Farrell al lado del deportivo, que probó la nieve, una fría mañana de invierno en una estación de esquí de la Sierra de Madrid. Dos líneas aerodinámicas perfectas, de color fuego, recortadas contra un fondo blanco.
Placer. A Farrell, nacido en Lancaster (Inglaterra) hace 30 años, de padre británico y madre checa, le calzaron unos esquís por vez primera con dos años. Con cinco se vino a vivir a Madrid, compitió en alpino y ski-cross y un día probó con el kilómetro lanzado. Entonces encontró su sitio entre los kamikazes de las pendientes extremas. “Es una situación de máximo placer. Nunca lo he pasado mejor que a 194 km/h”, explica el esquiador, 95 kg de músculo en 1,85 metros. Una bomba preparada para cortar el viento que compite por Gran Bretaña, porque así comenzó, pero que no le importaría “hacerlo por España”. Da igual. Ninguna de las dos federaciones le ayudaría en una especialidad que no es olímpica.
Estos porsches se mueven en una Copa del Mundo —con paradas en Francia, Andorra, Canadá y Suecia— de la FIS (Federación Internacional de Esquí) con dos modalidades: Kilómetro Lanzado (S1), con traje y casco aerodinámico y esquís de 2,38 metros, y SDH (Speed Down Hill), con la equipación y esquís de descenso de alpino. Simplemente, se lanzan por pistas especiales en línea recta. Puro vértigo.
“En Albertville 1992 el S1 fue olímpico, pero hubo un accidente mortal, el del francés Bochatay, por un choque contra una máquina en un entrenamiento y se acabó”, explica Farrell, que esquía 70 días al año “y por la tarde trabajo”, aclara. Montó varias empresas de telefonía y de ahí sale el dinero para competir.
“Mi récord (en SDH) es de 194,170 km/h, y mi intención es poder pasar de los 200 pronto”, explica mientras mira al Porsche, que por mucha tracción integral no podría bajar por pistas como la de Vars, en Francia, donde él marcó ese registro. Esa pista arranca a 2.720 metros de altura y pierde 435 en 1,2 km. La toma de velocidad se realiza entre los 400 y 500. Gana quien más rápido va. El italiano Simone Origone estableció el récord de S1 en 2006: 251,4 km/h. En esa modalidad reina competirá de lleno Jan Farrell en 2015. El año pasado fue quinto en la general de la hermana menor, pero la alterna ya con el S1. “Te voy a ganar”, le susurra al Porsche mientras pasa a su lado. Dos balas frente a frente, pero una sin motor.