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Titín III: el mito riojano que revolucionó la pelota se retira

A los 45 años, disputa su último Campeonato de Parejas. En septiembre, en la feria de San Mateo de su tierra riojana, dirá adiós. Será su participación número 22.

SU MUNDO. Titín, en una bodega
Paulino Oribe

Como un otoño diabólico, la pelota va despojándose de hojas del calendario contando las tardes que le quedan a Augusto Ibáñez vestido de blanco en los frontones. Titín III es su nombre deportivo, un mito aún en activo con 45 años, capaz de exprimir su talento hasta el infinito para auparse hasta el título del Campeonato del Parejas, hace dos años, con 43. Un artista que ha estirado su carrera hasta el último átomo de fuerza. Como Maldini en el fútbol.

“He intentado ser feliz. La pelota me lo ha dado todo y humildemente he intentado contribuir a su engrandecimiento”, repite un tipo humilde, concejal del PP, que trabajaba como gasolinero de madrugada esperando ansioso una oportunidad en el frontón. Fue un revolucionario, desde el juego de aire (fuera de los cánones antiguos, a bote), sus ganchos imposibles, las alcanzadas jugándose el pescuezo en el quitamiedos de la primera fila... Titín siempre ha conectado con la grada porque está hecho de una pasta especial y por su entrega. En el epílogo de su carrera recoge homenajes. Sus 1.574 partidos (949 ganados y 30.678 tantos a favor) son un monumento a la pelota.

En septiembre, en la feria de San Mateo de su tierra riojana, dirá adiós. Será su participación número 22 en el Parejas. Muy simbólico: el número de tantos que hay que sumar para ganar en pelota. Sus próximos pelotazos en el torneo, en donde ha alcanzado la txapela de campeón en cuatro ocasiones, los dará el domingo, en Logroño. En el Parejas se ve las caras con críos como Tolosa, de 18 años, un ciclón de 1,91 que está fascinado por entrar en el campeonato de élite, aunque sea como sustituto, y ver de cerca al maestro. Titín, delantero brioso, juega con David Merino, también de la tierra del vino, cubriéndole la espalda. “Jugar a su lado es un honor”, expone éste.